Tonto
La luz del Sol se abría paso por las ventanas del camión. Leonor, que estaba junto a la ventana, hubiese preferido estar en el asiento de Isaac, al que no le llegabacasi luz. Él, al lado del pasillo, hubiese preferido estar junto a la ventana, para poder ver mejor el paisaje. En cualesquiera otras circunstancias pronto habrían decidido cambiarse los asientos, peroeso no era ahora siquiera contemplado.
El camión se detuvo al poco tiempo en una gasolinería. El chofer dio el aviso a los pasajeros de que tenían veinte minutos para bajar y comprar algo en elExtra o fumarse un cigarrillo. Como a Isaac no le apeteció bajar, Leonor tampoco pudo hacerlo, pues prefería conservar su silencio. Pronto sólo quedaron ellos dos y cuatro pasajeros más al fondo. Elsilencio se volvió notorio. Isaac comenzaba a quedarse dormido cuando Leonor le habló de pronto. Ella, que no había dejado de pensar en lo sucedido, decidió de pronto cuestionarlo sobre sus afirmaciones,con cierto temor aún, y más por un profundo deseo de escucharlo decir que se equivocaba que por verdaderamente saber lo que pensaba.
-Entonces, si encontrarás alguien que te necesitará más que yo,¿me dejarías por ella?
Él despertó de su pequeño letargo, y con una natural serenidad y franqueza contestó:
-No, jamás haría algo así.
-Pero si tu has dicho que uno debe ver por la necesidad delos demás y que…
-Sí, pero es mayor mi necesidad de estar contigo que… que cualquier otra necesidad…
El silencio volvió al interior del autobús. Pero esta vez era diferente, en la atmósfera...
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