TRABAJOS PARA ESTUDIANTES DE PREESCOLAR

CAPÍTULO 1.
EL CUENTO UNA FORMA DE DIALOGAR CON EL NIÑO



El cuento pensado para la infancia, ha trasegado todos los campos semánticos, intentando mirar y escuchar a los niños y a sus mundos. Sin embargo, han sido muy pocas las aproximaciones que logran comprender al infante en su verdadera capacidad sensible, cognitiva, creativa, indagativa y trascendente.

Cada una de las épocas quecomponen la historia de la humanidad, han estado marcadas por el síntoma de la adultez, como lo único claramente revelador del estado y el significado del hombre; difícilmente el niño ha sido atendido como el que elige en su memoria, como el que baila en el recuerdo de los ecos de las ideas del vientre, como el que escribe atrapado por la musa de la historia… de su historia. A los niños les hanrobado su historia y de allí que siempre hayan existido hombres despojados de sus herencias inmemoriales.

Las ideas no poseen memoria, porque a ellas se llega por el esfuerzo del recuerdo, es decir, ellas no tienen mundos ni hombres que recordar, son los hombres quienes las recuerdan para sacar al mundo de su oscuridad y engaño.

García Márquez se autoconsidera platónico al señalar que todoaprendizaje es un recuerdo y más aún en el niño, que puede llegar a gozar sin temores de su juguete preferido, siempre que sea ayudado a hacer memoria de su nous originario.

El niño es un interlocutor sagaz en el estímulo de la pregunta, en la seriedad del diálogo, un ser capaz de soñar, e incluso de ser soñado. El mismo García Márquez en su ensayo, Un Manual para ser niño, declara que los niñosdefienden tanto sus recuerdos, que pueden llegar a brindar respuestas y comportamientos que alegren a sus padres y maestros, pero con la única intención de no ser obligados a abandonar el juguete preferido que llevan escondido en el corazón.

Sobre esta base filosófica y literaria, quizá las únicas que con mayor responsabilidad han pensado al niño, se hace urgente el estudio y el disfrute de laobra infantil de José Martí, quien no solamente ha hablado del niño como el verdadero ser del hombre, sino que lo ha escuchado desde su memoria de infante, desde cuando lo llamaban Pepe mientras corría entre los árboles o nadaba en el río, mientras montaba su caballo o escribía epístolas a su madre. José Martí el que le habló a su niño y defendió con tal fuerza su juguete favorito que entregó suvida por alcanzarlo, por jugarlo.

Tal vez por ello, y ahí se hace bellamente comprensible el mundo de la ideas de Platón, el alma deba renunciar a la prisión del cuerpo para encontrarse con la luz de su origen, y no precisamente como una renuncia a la materialidad que incide y que es portadora de sensibilidad en la condición humana, sino, por la concepción de un cuerpo cargado de sentencias,órdenes, castigos y obligaciones que no permiten recordar ese juguete, ese hombre que juega.

El esfuerzo de responder, en el planteamiento filosófico de Platón, hace parte del lenguaje del alma (conciencia) que ha recorrido, bajo la antorcha del diálogo, los recintos de la memoria. La palabra llega a ser comprendida como una ecografía que permite ver el género de esa criatura en construcción y a suvez, tejer mayeúticamente los órganos, tejidos y sistemas de ese nuevo ser intentado en el retorno de la idea.

Borges deja ver algo similar, cuando, en el esfuerzo de un hombre que sueña, acontece la sombra de un alumno soñado con integridad minuciosa para imponerlo a la realidad; la luz milenaria del dios fuego emite una chispa de memoria y allí se inicia, en la epistemología onírica, elcrecimiento de un fantasma en busca de la esencia luminosa de su genética. “El soñador “buscaba un alma que mereciera participar del universo”1, un alma capaz de olvidar sus años de aprendizaje, para que no naciera con la certeza de ser una copia proyectada por la intención de un sueño, pero inducida a recordar una vez ingresara al mundo, inducida a recuperar el brillo de las ideas en ese juego de...