Tras La Virtud
Páginas: 6 (1383 palabras)
Publicado: 25 de octubre de 2012
TRAS LA VIRTUD – ALASDAIR MacINTYRE
En la primera parte de Tras la virtud, MacIntyre plantea y desarrolla lo que él llama una sugerencia inquietante, según la cual el lenguaje moral que utilizamos se encuentra en un estado de grave desorden y se reduce a “fragmentos de un esquema conceptual, partes a las que ahora faltan los contextos de los que deriva su significado.”[1]
La posibilidadplanteada por MacIntyre se confirma como un hecho real cuando progresivamente el autor demuestra que el lenguaje moral que utilizamos es un caos. En este caos la sustancia íntegra de la moral ha sido fragmentada y parcialmente destruida. A pesar de su impacto y de sus consecuencias, esta catástrofe del lenguaje moral pasó inadvertida para la mayoría de filósofos morales. No se detectó porque lametodología de la filosofía moral, incluso la de la analítica, validó y siguió utilizando el mismo lenguaje moral, descontextualizado y fragmentado, para construir un discurso moral con pretensiones de universalidad y racionalidad.
La historia tampoco registró la fragmentación del lenguaje moral porque los historiadores, en aras de garantizar su objetividad y neutralidad, apelan a las cienciassociales para identificar y explicar este tipo de fenómenos, sin considerar que las ciencias sociales tienen limitaciones esenciales para explicar objetivamente los cambios en la conducta de los hombres, por lo que la fragmentación en el lenguaje moral se escapa a su alcance.
Para probar su hipótesis de una catástrofe en el lenguaje y la práctica moral, MacIntyre presenta las características,incoherencias y limitaciones del discurso moral actual. En las discusiones morales actuales resulta imposible llegar a acuerdos, los debates morales son interminables y es imposible determinar la validez de una posición moral con absoluta certeza, ya que en favor de posiciones morales contrarias se pueden esgrimir múltiples argumentos lógicamente coherentes pero contradictorios entre sí. DiceMacIntyre: “El rasgo más chocante del lenguaje moral contemporáneo es que gran pare de él se usa para expresar desacuerdos; y el rasgo más sorprendente de los debates en que esos desacuerdos se expresan es su carácter interminable”[2].
La imposibilidad de evaluar objetivamente los enunciados morales obedece en gran medida al carácter emotivista de la cultura actual. El emotivismo como teoríaética sostiene que los enunciados morales no son informativos, sino que ejercen sólo la función de expresar o suscitar sentimientos o emociones. El emotivismo intentaba ser una teoría del significado del lenguaje moral en cualquier sociedad posible, sin embargo más que teoría de significado resulta ser una buena descripción del uso del lenguaje moral en nuestra cultura. A pesar de lascontradicciones que entraña el emotivismo y que nuestro autor señala, como teoría ética ganó espacio desde principios del siglo XX
Para MacIntyre el emotivismo es la evidencia del fracaso de los intentos modernos de fundamentar racionalmente la moral. Se puede descalificar el emotivismo por subjetivista, arbitrario y falto de fundamento, pero se tiene que aceptar que los modelos morales “racionales” de lamodernidad adolecen de las misma falencias: “el punto terminal de la justificación siempre es […] una elección que ya no puede justificarse, una elección no guiada por criterios”.[3] Así las cosas, lo que señala MacIntyre es que en vez de moralidad se tienen simulacros de ésta y todos los modelos de evaluación de actuar moral se basan en criterios arbitrarios.
Negar la posibilidad defundamentar el discurso moral racionalmente es negar la pretensión del proyecto de la Ilustración. Lo sorprendente en MacIntyre es que éste toma distancia de las diferencias particulares entre los diferentes discursos de los filósofos morales ilustrados para señalar que todos ellos hacen parte de un mismo proyecto de fundamentación racional y objetiva de la moral; Diderot, Hume, Kant y Mill tienen la...
En la primera parte de Tras la virtud, MacIntyre plantea y desarrolla lo que él llama una sugerencia inquietante, según la cual el lenguaje moral que utilizamos se encuentra en un estado de grave desorden y se reduce a “fragmentos de un esquema conceptual, partes a las que ahora faltan los contextos de los que deriva su significado.”[1]
La posibilidadplanteada por MacIntyre se confirma como un hecho real cuando progresivamente el autor demuestra que el lenguaje moral que utilizamos es un caos. En este caos la sustancia íntegra de la moral ha sido fragmentada y parcialmente destruida. A pesar de su impacto y de sus consecuencias, esta catástrofe del lenguaje moral pasó inadvertida para la mayoría de filósofos morales. No se detectó porque lametodología de la filosofía moral, incluso la de la analítica, validó y siguió utilizando el mismo lenguaje moral, descontextualizado y fragmentado, para construir un discurso moral con pretensiones de universalidad y racionalidad.
La historia tampoco registró la fragmentación del lenguaje moral porque los historiadores, en aras de garantizar su objetividad y neutralidad, apelan a las cienciassociales para identificar y explicar este tipo de fenómenos, sin considerar que las ciencias sociales tienen limitaciones esenciales para explicar objetivamente los cambios en la conducta de los hombres, por lo que la fragmentación en el lenguaje moral se escapa a su alcance.
Para probar su hipótesis de una catástrofe en el lenguaje y la práctica moral, MacIntyre presenta las características,incoherencias y limitaciones del discurso moral actual. En las discusiones morales actuales resulta imposible llegar a acuerdos, los debates morales son interminables y es imposible determinar la validez de una posición moral con absoluta certeza, ya que en favor de posiciones morales contrarias se pueden esgrimir múltiples argumentos lógicamente coherentes pero contradictorios entre sí. DiceMacIntyre: “El rasgo más chocante del lenguaje moral contemporáneo es que gran pare de él se usa para expresar desacuerdos; y el rasgo más sorprendente de los debates en que esos desacuerdos se expresan es su carácter interminable”[2].
La imposibilidad de evaluar objetivamente los enunciados morales obedece en gran medida al carácter emotivista de la cultura actual. El emotivismo como teoríaética sostiene que los enunciados morales no son informativos, sino que ejercen sólo la función de expresar o suscitar sentimientos o emociones. El emotivismo intentaba ser una teoría del significado del lenguaje moral en cualquier sociedad posible, sin embargo más que teoría de significado resulta ser una buena descripción del uso del lenguaje moral en nuestra cultura. A pesar de lascontradicciones que entraña el emotivismo y que nuestro autor señala, como teoría ética ganó espacio desde principios del siglo XX
Para MacIntyre el emotivismo es la evidencia del fracaso de los intentos modernos de fundamentar racionalmente la moral. Se puede descalificar el emotivismo por subjetivista, arbitrario y falto de fundamento, pero se tiene que aceptar que los modelos morales “racionales” de lamodernidad adolecen de las misma falencias: “el punto terminal de la justificación siempre es […] una elección que ya no puede justificarse, una elección no guiada por criterios”.[3] Así las cosas, lo que señala MacIntyre es que en vez de moralidad se tienen simulacros de ésta y todos los modelos de evaluación de actuar moral se basan en criterios arbitrarios.
Negar la posibilidad defundamentar el discurso moral racionalmente es negar la pretensión del proyecto de la Ilustración. Lo sorprendente en MacIntyre es que éste toma distancia de las diferencias particulares entre los diferentes discursos de los filósofos morales ilustrados para señalar que todos ellos hacen parte de un mismo proyecto de fundamentación racional y objetiva de la moral; Diderot, Hume, Kant y Mill tienen la...
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