Tratadado injusto . itaipu y paraguay
Para asegurar el manejo discrecional de la entidad binacional, los brasileños se adjudicaron la DirecciónGeneral, la Dirección Técnica y la Dirección Financiera, órganos principales del Comité Ejecutivo.
Como el Tratado era diametralmente opuesto a lo acordado en el año 1966 en el Acta Final de Foz deYguazú –que aseguraba para el Paraguay la mitad de la energía producida, un precio justo por el excedente energético, la posibilidad de exportarlo a otros países interesados y una cogestión plena– y elfundado temor a ser rechazado de plano por la opinión pública, el canciller Raúl Sapena Pastor, su viceministro Alberto Nogués, el senador Carlos Augusto Saldívar y Enzo Debernardi condujeron enabsoluto hermetismo la negociación.
Pese a las puntuales críticas de las fuerzas vivas de la República, forzando la restringida libertad de expresión y los pedidos de aclaración de la prensaescrita, principalmente La Tribuna y ABC Color, el Congreso –cuya mayoría oficialista no se preocupó en solicitar las explicaciones necesarias sobre los radicales cambios efectuados en el Acta Final– con lafrontal oposición de la minoría, formalizó la entrega de nuestra soberanía energética por cincuenta años, ratificando el Tratado entreguista acordado el 26 de abril del año 1973.
La extremadaausencia del consenso, la irracionalidad y la falta de fundamento en las decisiones originado en un orden social opresivo y carente de libertad condujeron a esta lamentable situación.
Alpretender conservar y gestionar el poder político mediante mecanismos que se encuentran en abierta contradicción con la libertad, es decir, con la libertad coartada, el oprobioso régimen gobernante pudo...
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