Tremebunda obseción

TREMEBUNDA OBSECIÓN

El eco profundo de las pisadas sobre el agua se escuchaba como una delicada melodía de aquella noche fría en la ciudad. Un leve rocío bañaba sin piedad un alma que vagaba sinrumbo aparente. Tras el silencio que dejaba la soledad del lugar, para alguien con un oído más agudo, hubiese sido posible escuchar el gemir del llanto que dejaba a su paso aquella alma.

Tal vezllevaba caminando algunas horas, llevando consigo un caminado penoso. Dejando sin saber, un hilo de sangre que antes de llegar a ser siquiera percibido por el mismo, se fundía en las oscuras aguas quehabía traído consigo la fría lluvia sobre el pueblo.

Semanas atrás, en el centro comercial de la población, Francis Ayala y su esposa paseaban con algunas bolsas de compras en las manos. Francis,distraído con la conversación de su esposa y el bullicio del lugar, no se percató que ha apresurado paso venia en su dirección una adolescente con una emergencia. “¡Permiso!”, exclamaba mientras corría.¡¿En qué dirección estaba el baño?!”, preguntaba esta a sus amigas que corrían tras de esta, “¡Necesito un espejo!”.

Ayala y su esposa casi fueron atropellados por las afanadas jovencitas, cosa quecauso gracia en la joven esposa de Francis. Esa misma noche, tomando una ducha, el hombre recordó por casualidad que su baño, al igual que el de aquel centro comercial, tenía un espejo. Ante esto,Francis rio sarcásticamente en un tono bajo para rápidamente encontrarse riendo amargamente sin comprender a ciencia cierta porque lo hacía. Cuando dejo de hacerlo, se acercó al espejo, para él eraincomodo ahora conocer su ubicación y no su función. Inocentemente lo tocó, lo sintió y se sumergió en un mar confuso y oscuro lleno de incógnitas y misterios. “¿Cómo será el rostro que se refleja eneste espejo ahora mismo?”, se preguntó primeramente con leve curiosidad, luego, seguido de enormes cantidades de preguntas fugaces, la curiosidad simplemente se transformó en una tremebunda obsesión....