Tristes

Ambos tenemos ojos tristes y defectos en nuestros rostros. Ella tiene el ojo derecho más pequeño que el otro, y no estoy muy seguro, pero creo que ese ojo apunta siempre en otra dirección. Yo tengo una gran verruga en mi mejilla derecha, redonda, espesa; me la operé dos veces pero nunca se logró extraer.
Está bien que digan que somos feos. También es algo muy discutible. ¿Pero por qué afirmanustedes que estamos locos? No, de ninguna manera.

Había encontrado la forma para penetrar en lo más profundo de las personas, y aún así, ellos afirman que estoy loco.
Les dije a los policías claramente: -La cuestión es bastante sencilla. La gente siempre busca en la mente, o, si tienen un poco más de acierto, en el corazón. Se preguntan cómo entrar en los pensamientos de los demás, o cómoinmortalizarse en sus corazones. Pero al ser humano hay que penetrarlo más allá de sus pensamientos y de sus sentimientos, en lo más profundo de su ser, hay que llegar a las mariposas del estómago… y encontré la forma. Efectivamente, como era de sospechar, mi planteamiento sólo les causó risa. Permanecí inmóvil. No dije una sola palabra durante dos horas y media. Preferí callar y ver si mi silencio lesfuncionaba más que mis ideas. De repente, un policía, el más joven de todos se acercó a mí y susurrándome al oído me pidió colaboración. Se levantó de su silla, se veía muy firme pese a ese aire amanerado que expiraba por todas partes, y caminó por el salón de interrogatorios de la comisaría. Se dirigió hacia mí: -Usted parece ser un hombre muy inteligente. - Usted se ve muy amanerado, lerespondí. El joven policía, pese a la risa de sus compañeros, continuó: - Tiene que entendernos, póngase en nuestros zapatos. La última vez que alguien vio a Rocío, fue caminando con usted, por la montaña. Y luego, investigándolo, nos dice que usted es un estudiante de biología que se encontró esa planta que... ¿cómo dijo? "penetra en lo más profundo del ser humano: las mariposas en el estómago". Hombre,¿usted de verdad espera que le creamos ese cuento? La primera relación que podemos hacer es que usted la envenenó de alguna manera.
Rocío y yo nos conocimos dentro de una pescadería, hace como dos años. Ella entró a preguntar la hora y yo a preguntar por un lápiz para llenar un sudoku; el anciano que atendía la caja no supo a quién responder primero, y ahí ocurrió, se cruzaron nuestras miradas,exceptuando al pequeño ojo desviado de Rocío.

Está bien que digan que somos feos. Está bien que digan que estamos locos. Pero, cómo es posible que piensen que asesiné a Rocío. No, de ningún modo. Me levanté con la firme intención de que alguna parte de mi cuerpo chocara fuertemente contra alguna parte del cuerpo del oficial, pero no sabía qué hacer ni cómo hacerlo, nunca antes había golpeado aalguien. Dos policías me detuvieron en el intento, me esposaron las manos y me pidieron con un tono de gravedad que no existía antes, que les hablara sobre ese descubrimiento que había hecho. Les conté.

Cuando el anciano de la pescadería respondió la hora, ella se fue. La seguí hasta subirme en el mismo autobús. Nos sentamos en filas distintas, ella no podía mirarme, pero yo a lo lejosdistinguía sus aretes rojos. Los distinguía de tal forma que parecían oler a algo en especial, no sabría definirlo.

En mi vida siempre supe qué hacer. Cuando tuve que gatear, gateé. Cuando tuve que caminar, caminé. Cuando tuve que correr, corrí. Y cuando tuve que reaccionar al verla bajar del bus… no reaccioné, permanecí inmóvil, con la vista en nada, y la mente en ella, no supe qué hacer.
Losoficiales me miraban mientras continuaba narrando. Mi cuerpo solo pudo despertar del letargo cuando el autobús arrancó. Impulsivamente me levanté y pedí que se detuviera. Bruscamente se detuvo y ella, que caminaba por la acera, se detuvo con la misma brusquedad. Cuando bajé, nos miramos las fealdades. Y como era de esperarse, ella se sonrojó y se fue. La seguí, y como un niño le pregunté todo lo...