Un aspecto de la cuestión política en “el beso de la mujer araña”

Omnipresente, hay una política ¿pero cuál política? Porque en “El beso…” la determinación de ese “cuál” se lleva a cabo proponiendo conjuntamente el antiautoritarismo y el autoritarismo. Se trata de un esquema, entendemos, en el que lo socialmente conservador insiste en su aceptación como lo socialmente libertario, sustrayendo a este último término su sustento aunque sin excluirlo del todo.Pero vale aclarar que al decir “política”, respecto a Manuel Puig no nos referimos a una especificidad partidaria. Más bien coincidimos en que “…su tema constante era la naturaleza política de nuestra vida sexual, o la dinámica sexual de la política del Estado…”. Y a la vez no coincidimos en que “Una constante que recorre toda la obra de Puig es su rechazo del autoritarismo”.
Dentro de estosmárgenes y en relación al personaje del vidrierista Raúl Molina, es que encontramos que éste se desplaza entre dos términos relativamente excluyentes el uno para el otro: la persecución de la identidad en el sentido de la identidad como poder, para el caso la identidad homosexual, y la cultura de masas, uniformadora profunda de valores y a la que Molina rinde pleitesía, en particular a través del cinede clase B.
Y entendemos también que Molina no sólo constituye el personaje principal de “El beso…” sino que “Como el nombre sugiere, Molina es Manuel (Puig) en su preferencia sexual , mientras que Valentín, una caricatura del guerrillero marxista, satisface no sólo el deseo de Manuel de un amante correcto sino que encarna también la conciencia cuestionadota de Manuel”.
Asimismo, “El beso…” es“…la niña mimada del autor, los lectores y la crítica (…) Se ha hablado de “novela didáctica” en la medida en que incluye notas explicativas respecto del tratamiento de la homosexualidad; lo mismo podría decirse, si acaso, respecto de la educación política en la medida que se vincula la situación argentina con el nazismo, y por desplazamiento, con todo régimen totalitario al que se condena”.Así, como muestra de esa procuración de una identidad “identificada” (valga la redundancia), y en pos de establecimiento, es que leemos la serie de notas a pie de página sobre el tema de la sexualidad que aparecen en el “El beso…”. Y respecto a quién escribe dichas notas inferimos que “…el autor, al crear al héroe con su vida, se orienta a los mismos valores en medio de los cuales vive la vida suhéroe”.
Se trata de brevísimas reseñas en las que se pondera la posición de teóricos como S. Freud, N. Brown y H. Marcuse, entre otros, y de la doctora danesa Anneli Taube, ésta última un invento no declarado al lector.
De tales notas se ha dicho que “Al exponer el kitsh de la retórica científica por medio de la nota al pie (…) y a pesar de su ironía maliciosa siempre presente, Manuel teníauna misión política: educar tanto a las víctimas como a los ejecutores de la homofobia en América Latina.”
Respecto a la nota sobre la “doctora Taube”, sirve a Puig como “programa”. Exhorta a hombres y mujeres a tomar en cuenta lo femenino y lo masculino en ellos para anular los rígidos papeles heterosexuales o homosexuales. Y coloca en una dudosa clasificación binaria, el mundo del padre como“…la práctica con armas, los deportes violentamente competitivos, el desprecio de la sensibilidad como atributo femenino, etc” ; en tanto coloca del lado materno “…la ternura, la tolerancia y las artes”. A la vez, advierte que el mundo de la madre “…es también el de la sumisión, puesto que ella forma pareja con un hombre autoritario, el cual sólo concibe la unión conyugal como unasubordinación de la mujer al hombre”.
De modo que la propuesta es la de reformulación de los papeles femeninos y masculinos estereotipados a favor de una utopía bisexual libre de supeditaciones, es decir antiautoritaria. Y en cuanto al vocablo “utopía”, que acabamos de usar, más que en su acepción de “no lugar” lo empleamos en su aspecto requirente de “aún no lugar”. Siendo “lugar”, por ejemplo, en...