UN MUCHACHO Y LA DIFUNTA

UN MUCHACHO Y UNA DIFUNTA

Había una vez un muchacho muy pobre. Vivía con su madre. Un día le dijo a su madre: “mamá estoy enamorado de una chica. Quisiera casarme con ella, pero no tengo nada queofrecerle. Así que he decidido irme a trabajar a otro lugar. Reuniré dinero. Regresaré y podré casarme con ella. Dicen que en Huamanga hay bastante trabajo. Iré allá”. Su madre le preparó su fiambreconsistente en canchita de maíz con charqui, mote y papa sancochada.

Iba el muchacho caminando hacia Huamanga, cuando en el trayecto se percata que había bullicio a lo lejos. Siguió caminando.Entre los huaycos del cerro, la bulla aumentaba, parecía aparentemente una fiesta o celebración que acostumbran hacer en los pueblos. Él se dirigió hacia la bulla creyendo que allí encontraría comida yposada. Mientras caminaba se encontró con una anciana. Le preguntó: “señora, buenas, ¿dónde hay fiesta? La anciana le respondió: “No hay ninguna fiesta, más bien hay una persona muerta.” Entonces elhombre pensó: donde hay velorio, también hay comida. Iré y ahí podré comer y luego seguir mi viaje hacia Huamanga a buscar trabajo. Pensando esto se dirigió hacia el bullicio. Llegó y entró en la casa.Saludó a todos los presentes y vio que efectivamente estaban velando a una joven mujer que había fallecido. Preguntó entonces: ¿quién es ella? Los presentes respondieron que ella era una mujer sola,sin familia por eso todo el pueblo lo estaba velando y lo llevarían a enterrar. Así conversaban cuando de repente llegó un anciano al velorio y les dijo: “quítenle todas la joyas de oro y plata de sucuerpo. Si lo enterramos con todo no podrá salvarse ni llegar a reino de los cielos” Así lo hicieron pero, no lograron sacar el anillo de oro que tenía en el dedo y lo dejaron. Diciendo “no creo quepor un anillo que sobre pase nada” Todo esto observaba el hombre viajero. En seguida todo el pueblo se dirigió hacia el cementerio para enterrar a la muertita. En pleno entierro cayó una lluvia...