Un mundo de Cristal

Soñé que era un mundo cubierto por cristal, que el frío era un hielo silencioso y quemante. Que el tiempo avanzaba y retrocedía a su antojo, que las flores abrían sus pétalos por las noches para cerrarse en el día, que el sol alumbraba alto y fuerte, pero no calentaba.
Las calles vacías llenas de silencio lo hacían un mundo triste, pobre. Cualquier viajero errante en su camino no dudaría enirse y alejarse raudo de este lugar, pero yo siempre me quedaría esperando que el sol volviese a ser el que era antes y cambiara por color este blanco eterno.
Y en una de esas rutinarias salidas desde mi refugio el día parecía haber cambiado, a lo lejos se oían los pájaros débilmente trinar, también el sonido de un riachuelo correr por entre los árboles y unas pocas flores que no se habían cerradocon la salida del sol. Corrí hacia el mirador no creyendo lo que sucedía y vi que los valles cubiertos por ese manto incansable de frío y hielo desaparecían lentamente. Vi los colores jugar ante mis ojos y escuché los sonidos burlarse de mis oídos. Todo el mundo reía y disfrutaba por aquel nuevo cambio. Las calles se habían llenado, los cristales se rompían y esparcían por todo el lugar una lluviade arcoíris.
En mi confusión y esperanza bajé a esos valles, volé por los senderos, comí de los árboles, nadé en las aguas cálidas y hasta vi un par de ciervos esconderse por el follaje extenso de los bosques. Caminé toda la noche por este nuevo mundo que estaba ante mis ojos, dormí sobre las ramas de los árboles hasta que el sol me avisó que otro día había llegado. Seguí ante aquellos caminosvírgenes de humanos y encontré la razón, el porqué de todo.
Sentado sobre una roca y con los pies en el agua un viajero desconocido entonaba canciones con su flauta, de ella brotaban esencias visibles a mis ojos que encantaban todo el mundo, era la razón de este nuevo amanecer.
Asustada por aquel humano nuevo y maravilloso, me acerqué con cuidado, no quería interrumpir su canto. Lo miré, loobservé con cuidado y quedé cautivada al notar todo lo que era.
Dejó de tocar de improviso y escondí mi cabeza deseando que no hubiese notado mi presencia. Tenía cabello largo, castaño. Ojos del color de la misma tierra que pisaba, eran tiernos y firmes a la vez, su boca delgada y perfecta para cumplir con su labor de encantar mis terrenos y seguramente los otros lugares que forman este planeta.Pero fue su sonrisa y las palabras que dirigió hacia mí, que destrozaron todas las vendas que quedaban en mis ojos y pude ver realmente aquella majestuosa belleza en lo que este mundo frío y blanco se había transformado.
Fueron días, meses, años que siempre volvía a ese lugar para ver aquel ser humano más mágico que había conocido. Nuestras charlas eran incasables y el tiempo, cruel, muy corto.Debía ir a otros lugares a dar felicidad, debía volver a su tierra, su casa, donde pertenecía. Y conocí el egoísmo y la envidia. Construí un palacio en mi memoria para su descanso, para guardar cada palabra, para guardar cada momento que mantenía a su lado. Formé un reino en que las personas llenaban de calor los paisajes, un reino donde todos eran felices, porque así era como me ensañaba cada díaa ser.
Anhelaba estar sentada en ese mismo lugar, ver los pájaros volar hacia las copas de los árboles, ver los peces fluir con la corriente. Aceptaba su retiro pero jamás olvidaría aquello que significaba para mí.
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Mi vida en poco tiempo cambiaría, mi destino escritoestaba ya, pero sentía que me faltaba algo por encontrar, que mi alma estaba incompleta, fragmentada. No lo entendía y aún sigo sin hacerlo hoy. Soy feliz con el camino que me ha tocado vivir, mi pueblo y hogar son mi vida, pero aun así deseaba aventuras, tierras lejanas, caminos nuevos que descubrir.
Estoy tan cerca de ese mundo externo, pero soy tan feliz en el que mi familia me construyó....