Un mundo sin arquitectura

"No hay hombre sin mundo, ni mundo sin hombre" señalaba el filósofo Martin Heidegger en su filosofía existencialista. "No podemos separar al hombre del mundo", continuaba afirmando, y, tampoco haymundo sin arquitectura; no podemos separar al hombre del hábitat en su dimensión histórica.
Qué sucedería con todo aquello que conocemos como “nuestras casas, nuestras ciudades, nuestros edificios yconstrucciones”, si el ser humano desapareciera? Como sería posible vislumbrar un mundo sin arquitectura? Si los humanos simplemente desaparecieran de la congruencia terrestre.
Aunque en este momentoestamos siendo juzgados en un entorno industrial y mecanizado, sin el adecuado mantenimiento al que ahora están sometidas un sin número de estructuras soportantes, estaríamos hablando de un rápido yfiel deterioro de símbolos de lenguaje arquitectónico, propiciando sin lugar a duda, el detrimento hasta de la pieza más firme y con mayor solidez expuesta a tales condiciones climatológicas. Siendosólo cuestión de tiempo que la naturaleza irrumpiera en ellas, conquistándolas de nuevo.

La lluvia se colaría de entre la mayoría de los esparcimientos, abriéndose pasó con la ayuda de otros factorescomo lo son: Los vientos helados que golpean fuertemente a nuestras monumentales construcciones y la humedad como agente oxido corrosivo, generando el deterioro de vigas y soportes. Creando en ellouna marcha de duración en retroceso para el descascado en trozos enormes de sus fachadas, colapso o desplome de estos edificios que en algún momento fueron rascacielos, retadores absolutos de laverticalidad y la creatividad arquitectónica respectiva a diferentes ismos históricos. Siendo reducidos a simples escombros sin mayor opción.
Todo aquello de lo que deberíamos sentirnos orgullososformaría parte de un recordatorio de nuestro pasó por el planeta: residuos nucleares, islas interminables de escombros, polímeros indestructibles, ruinas en proporciones épicas, contaminación, etc. Una...