Una historia más

En la actualidad asistimos a la crisis de la ideología punitiva que propuso la prisión como un lugar de regeneración de los individuos, ya que este medio de control ha resultado sumamente costoso y funcionalmente ineficaz.

La punición, como modelo de orientación para el mantenimiento de un orden jurídico, siempre ha existido y seguirá existiendo, al menos mientras no cambie nuestra visión delmundo, del bien y el mal, del premio y del castigo.
Se continúa optando por la pena y no por el delincuente, por la llamada prevención especial y no por la general, porque esta última implica poner énfasis en los otros controles sociales: la escuela y la familia, que actualmente han sido dramáticamente relegados.

La estructura del estado democrático donde el sistema de vida es fundado en elrespeto a los derechos humanos, a sus garantías individuales y a las normas mínimas que regulan la convivencia armónica. Sin embargo, a pesar de las incontables reformas jurídicas y recomendaciones humanitarias, la actitud actual de quien ejecuta las penas privativas de libertad se encuentra abismalmente variado de lo que se “pretendía” en sus inicios; en muchos centros penitenciarios en donde hombres ymujeres se encuentran privados de su libertad, muchos de ellos se encuentran carentes de alimentos decorosos, de medicinas, de espacios en donde puedan caminar, en donde puedan dormir, en donde puedan trabajar o estudiar.

La situación es tan grave que muchos perecen en su cautiverio, la mayoría de las en riñas internas; peleas en defensa del espacio y riñas hasta por un vaso de agua.
Es larealidad en la que viven más de 200 mil reos en México, en más de 400 prisiones, cifra que rebasa cualquier discurso narrado ya en tiempos inquisitorios y que suscita un sentimiento sólo de desconfianza hacia la institución misma, hacia sus operarios y hacia la política criminal instrumentada.

La prisión ha sido vista como medida de control social, no como el edificio en el que tienen que convivir,por años, hombres o mujeres sólo identificados por haber transgredido la norma penal. Es decir la prisión debe ser estudiada desde su parte medular, para poder responder a la pregunta del por qué de su creación… la respuesta es simple, porque para el Estado, es el único medio de control atemorizante que ostenta y que, a su vez, magnifica. Pero es sólo eso.

Desafortunadamente hemos olvidado que loshombres que delinquen no nacen ni se gestan delincuentes. En torno al criminal están otras instituciones que también demandan de toda la sociedad en general atención: la familia y la escuela. Ambas, arropan culturalmente al sujeto o lo expulsan. Pero así como nos podemos preguntar cómo se han quebrantado los principios constitucionales, por ignorar que el castigo en prisión no es sinónimo detortura y pérdida, además de la libertad y de la dignidad y que la resocialización no tiene cabida en un centro carcelario de autogobierno, también habrá que preguntarse cuántos niños y jóvenes no terminaron la primaria, cuántos de ellos, y de los más de 200 mil reos que compurgan una sanción actualmente, fueron expulsados de sus familias. Cuántos de ellos prefieren estar en prisión, aunque pareceabsurdo que estar en prisión reditúa algo a un ser humano, tan sólo por tener un palto de comida seguro; la permanencia y las condiciones infrahumanas se disculpan.

El falso discurso de la reinserción y rehabilitación del reo, cuyo paradigma se ve eclipsado por los propios reos, cuyas conquistan han logrado que surja un nuevo modelo de prisión y de prisioneros. En donde, paradójicamente, loshombres sin libertad, detrás de muchos barrotes, han logrado remontar los enormes muros de la prisión.

La institución que garantiza la seguridad, sólo contribuye a envilecer a los que ahí están, porque en la mente de los operarios no se logra entender, que en la ejecución de la sanción, el único fin es asimilar que se trabaja con seres humanos, que si bien en algún momento le fallaron a la sociedad,...