una historia

Cada mañana me levanto y me preparo para lo que será una nueva jornada en mi vida, casi nadie me ve, pero soy una persona muy importante para la ciudad.
Un bus me recoge y me lleva hasta donde voyha hacer mi rutina, con mis armas me dirijo hacia la batalla del día a día.

Mi uniforme anaranjado, me distingue entre la multitud, pero nadie me ve, todos pasan por mi lado y no me saludan, nisiquiera me miran, pero saben que estoy ahí, saben que sin mi, esta ciudad no sería lo que es.

Un día más, pero hoy hay marcha, hay bloqueo, hay protesta como de costumbre n esta ciudad, eso significaque para mi y mis compañeros, mañana será un día muy largo y tendremos arto trabajo.

Ya casi es viernes, Sopocachi el sábado significa más trabajo del habitual, hasta alguna vez he encontrado unborracho botado ahí con una botella en la mano, hay estos jóvenes, hasta cuándo será así, me pregunto.

Ya casi sale el sol, la jornada para muchos recién comienza, pero yo estoy desde temprano,trabajando para que cuando salgan de sus casas, la ciudad esté como a ellos les gusta, limpia y ordenada.

Haga frío o no, yo tengo que salir de mi casa, dejando todo ordenado y limpio y la comidapreparada para mis wawas para salir a trabajar.

Pero soy un fantasma para la ciudad, todos saben que estoy ahí, pero nadie me ve.

Camino por las calles, acompañada de mis armas, esquivando los autosy muchas veces a las personas que pasan tan ocupadas, escuchando su música, noticias o hablando por sus celulares. Los veo con caras felices a algunos, con caras tristes a otros, y me doy cuenta, quea nadie le importa como este la otra persona, siempre están preocupándose de ellos mismos, por eso no me ven, por eso soy un fantasma.

Hasta que de la nada, escucho un ¡buenos días!, pero no debeser para mi, alguien debe haberse encontrado con otra persona, hasta que tocan mi hombro y me doy la vuelta, un joven me mira y me dice ¡gracias!...y con eso pienso que hoy ha sido diferente, y me...