Unidad V elementos esenciales para la vida

Primer Acto

(Escenografía: al fondo una tela negra, un ataúd de madera con decoraciones en dorado, dentro de el, la mujer demacrada, muerta)

Esposo: (con voz llorosa, desesperado, recargado en el ataúd) Muerta «ella»; tendida, inerte, en el horrible ataúd de barnizada caoba que aún me parecía ver con sus doradas molduras de antipático brillo, ¿qué me restaba en el mundo ya? En ella cifrabayo mi luz, mi regocijo, mi ilusión, mi delicia toda..., y desaparecer así, de súbito, arrebatada en la flor de su juventud y de su seductora belleza

(Se escucha una voz de fondo: Pues me amas, sígueme)

Esposo: (gritando emocionado) ¡Seguirla! Sí; era la única resolución digna de mi cariño, a la altura de mi dolor, y el remedio para el eterno abandono a que me condenaba la adorada criaturahuyendo a lejanas regiones.
(Entra una canción inspiradora)

Esposo: (caminando hacia el publico & hablándole al cielo) Seguirla, reunirme con ella, sorprenderla en la otra orilla del río fúnebre... y estrecharla delirante, exclamando: «Aquí estoy. ¿Creías que viviría sin ti? Mira cómo he sabido buscarte y encontrarte y evitar que de hoy más nos separe poder alguno de la tierra ni del cielo.»Segundo Acto

(De fondo una sala, a lado una chimenea muy rustica)
(Las luces hacen efecto de Blanco y negro y El esposo & la esposa actúan mudamente lo dicho por la grabación)

Grabación: (Grabado con la voz del esposo) Determinado a realizar mi propósito, quise verificarlo en aquel mismo aposento donde se deslizaron insensiblemente tantas horas de ventura, medidas por el suave ritmo denuestros corazones... Al entrar olvidé la desgracia, y pareció que «ella», viva y sonriente, acudía como otras veces a mi encuentro, levantando la cortina para verme más pronto, y dejando irradiar en sus pupilas la bienvenida, y en sus mejillas el arrebol de la felicidad.

Allí estaba el amplio sofá donde nos sentábamos tan juntos como si fuese estrechísimo; allí la chimenea hacia cuya llamatendía los piececitos, y a la cual yo, envidioso, los disputaba abrigándolos con mis manos, donde cabían holgadamente; allí la butaca donde se aislaba, en los cortos instantes de enfado pueril que duplicaban el precio de las reconciliaciones; allí la Gorgona de irisado vidrio de Salviati, con las últimas flores, ya secas y pálidas, que su mano había dispuesto artísticamente para festejar mipresencia...

(Se bajan las luces y sale de escena la mujer, el hombre aparece al frente del escenario y camina hacia el retrato que se encuentra al centro de la sala)

Esposo: por último, como maravillosa resurrección del pasado, inmortalizando su adorable forma, ella, ella misma... es decir, su retrato, su gran retrato de cuerpo entero, obra maestra de célebre artista, que la representaba sentada,vistiendo uno de mis trajes preferidos, la sencilla y airosa funda de blanca seda que la envolvía en una nube de espuma. Y era su actitud familiar, y eran sus ojos verdes y lumínicos que me fascinaban, y era su boca entreabierta, como para exclamar, entre halago y represión, el «¡qué tarde vienes!» de la impaciencia cariñosa; y eran sus brazos redondos, que se ceñían a mi cuello como la ola al troncodel náufrago, y era, en suma, el fidelísimo trasunto de los rasgos y colores, al través de los cuales me había cautivado un alma; imagen encantadora que significaba para mí lo mejor de la existencia (cada vez mas desesperado)

(Comienza a llorar desesperadamente y saca de la bolsa de su saco una pistola se arrodilla frente al cuadro de su amada y se apunta a la cabeza sosteniendo temblorosamenteel gatillo)

Esposo: (melancólico) lleva en su seno el remedio de todos los males y el pasaje para arribar al puerto donde «ella» me aguarda...-. Así no se borraría de mis ojos ni un segundo su efigie: los cerraría mirándola, y volvería a abrirlos, viéndola no ya en pintura, sino en espíritu...
……..
(Actúa lo narrado)

Grabación: (grabado con la voz del esposo) La tarde caía; y como...