Urbanización De Villas En Argentina

En Avellaneda hay sol y hay nubes. A dos kilómetros de los estadios del Racing y el Independiente, muy cerca del maloliente Riachuelo que divide este municipio del de Buenos Aires, Villa Tranquila es uno de los nuevos barrios chabolistas urbanizados de Latinoamérica. Dos calles se abrieron paso entre las manzanas donde se amontonan casas de chapas, maderas o ladrillos sin revestimiento. Lasfamilias que vivían donde ahora están las calles fueron reubicadas en 301 viviendas nuevas. El Estado argentino está construyendo otras 420. Todavía quedan muchas casas enclenques, niños y adultos pidiendo “moneditas”, los pasillos de las villas miseria argentinas, que atraviesan el mar de chabolas, y el paco (pasta base de la cocaína) sigue consumiendo jóvenes.
La urbanización es un fenómeno que seha repetido en otros barrios chabolistas de Latinoamérica y el Caribe durante la última década, al compás de la expansión económica. La cantidad de latinoamericanos que viven en villas, favelas, pueblos jóvenes (como se llaman en Perú) o cantegriles (en Uruguay) bajó de 115,1 millones en 2000 a 110,7 millones en 2010, según ONU Hábitat. Si hace diez años la población chabolista suponía el 29,2% dela total, en la actualidad representa el 23,5%. Cuatro de cada cinco latinoamericanos y caribeños que mejoraron su calidad de vida en los barrios de tugurio viven en Brasil, México, Colombia y Argentina. “De estos países, Argentina y Colombia han sido los que más éxito han tenido gracias a mejores viviendas y a un mejor acceso al abastecimiento de agua y los servicios de saneamiento”, señala ONUHábitat.
La calle de Estévez siempre ha sido la vía de ingreso a Villa Tranquila. En la acera derecha, las chabolas. En la izquierda, galpones vacíos de antiguas fábricas, como aquella donde la angloholandesa Unilever produjo jabones, detergentes y margarina hasta la crisis argentina de 2002. Antes, por Estévez circulaba el único bus que llegaba a Villa Tranquila, el 373. Casi en simultáneo con elcierre de la planta, el 373 dejó de pasar por allí ante los reiterados asaltos y en la actualidad el bus que más se acerca a la villa para a 500 metros. Algunos de los 8.000 habitantes del barrio trabajaban en empresas contratadas por Unilever para la limpieza y el mantenimiento, pero los operarios de la fábrica venían y se iban de allí en un bus de la compañía. Albañiles, camareros y asistentaspueblan Villa Tranquila. También parados, incluidos algunos jóvenes del millón que no estudia ni trabaja en Argentina.
“Programa Municipal de Inclusión Juvenil”, reza un cartel en la entrada de la antigua fábrica. Dos años después de que bajara las persianas, Unilever donó el solar al ayuntamiento de Avellaneda con el propósito de que allí se creara un centro donde ahora 300 adolescentes y jóvenesde 12 a 21 años que no asisten a la escuela ni tienen empleo encuentren un espacio para el deporte, las artes, para reanudar sus estudios o para capacitarse en algún oficio. También cuenta con un jardín maternal para los 34 hijos de madres adolescentes. El centro ya cumplió cinco años y los pibes, la mayoría de chándal y alguno con un teléfono inteligente –de esos que se venden desbloqueados enuna casa de la villa-, los festejaron junto al ex alcalde de Avellaneda y actual ministro de Desarrollo Social bonaerense, el peronista Baldomero Álvarez de Oliveira, alias Cacho. Cacho les dice a los adolescentes que un día antes había estado en Mar del Plata con 34 adolescentes tras las rejas y destaca que espacios como éste sirven para prevenir el delito. “Desde que se creó Envión, se pasó unpoco la delincuencia”, comenta Jorge, integrante de una junta vecinal. Pero el barrio sigue siendo inseguro para aquella persona de fuera del barrio que quiera visitarlo por su cuenta, y algunos políticos atribuyen el fenómeno a la corrupción policial: los agentes subcontratan la mano de obra de los adolescentes para delinquir. Benicio Gutiérrez, que hasta hace diez años vivía en otra villa de...