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La crítica a la metafísica del segundo Heidegger



Paulo José Hernández Plasencia

Universidad de La Laguna




1. Introducción: ¿Por qué Heidegger?

¿Cómo podemos afrontar la exposición de una visión general del pensamiento metafísico desde el siglo XXI, en el que inevitablemente estamos situados? ¿De qué manera y bajo qué principios rectores podríamos enlazar lasdeterminaciones metafísicas que habitan en la idea platónica, el dominio del subiectum moderno, la filosofía (metafísica) de los valores de Nietzsche y el nihilismo derivado de la expansión totalizadora de la técnica, esencia de la ciencia matemática, a nivel planetario? La respuesta es: bajo la pregunta por el Ser de Martin Heidegger.

El criterio ontológico (el Ser) y óntico (los entes), y la idea delolvido del Ser causado por la metafísica occidental, permite entender a los pensadores metafísicos mejor de lo que ellos se comprendieron a sí mismos. Con este utillaje y teniendo presente la Ontologische Differentz, somos capaces de enlazar y de encontrar conexiones internas entre todos los “grandes libros”, en expresión de Leo Strauss. Dentro del campo reflexivo abierto por Heidegger es posibledialogar polémicamente con la tradición metafísica en toda su viveza. Así, existe la posibilidad de un acercamiento filosófico (y por tanto reflexivo) a la historia del pensamiento metafísico (y por tanto, a la historia de la verdad del Ser) y no simplemente historiográfico-filológico positivista. El eje de la historia del Ser o de, mejor dicho, las etapas del destino (Geschick) del Ser, sitúa a lossistemas metafísicos bajo ciertas coordenadas e incluso da cuenta del pensamiento pre-metafísico y el (futuro y todavía impensado) pensamiento post-metafísico. Heidegger siempre tiene presente que el Ser se revela de acuerdo con un Geschick insalvable y carente de cualquier voluntarismo. Como el lenguaje (Sprache) es la casa del Ser y el Lógos, en sentido amplio, el Ser del lenguaje, los grandesfilósofos metafísicos supieron decir lo que correspondía según el destino del Ser ( la verdad del Ser) a una época determinada. No podía ser de otra manera, como veremos aquí.

La interesante manera que tiene Heidegger de leer y de interpretar el pensamiento metafísico de Occidente es original y crucial por varias razones. En primer lugar, porque es una lectura antimetafísica de la metafísicaque pretende evitar cualquier subjetivismo, antropomorfismo, lógica ontoteológica y humanismo y, como explica Ramón Rodríguez García, mediante el prisma del segundo Heidegger podemos contemplar la metafísica “como un bloque conceptual e histórico, que tiene por objeto el ente en cuanto tal y que justo por ello deja fuera de su consideración ese iluminar oculto del ser, gracias al cual lo entesaparece”1. Esto significa, pues, una definición íntegra de lo que es metafísica; toda una demarcación de lo que en filosofía podemos entender por metafísica en tanto que olvido del Ser. Una metafísica que, además, en la época moderna llega a su plena consumación (Vollendung) por medio de la técnica, no a su “decadencia”, como se pudiera pensar.

En segundo lugar y como corolario de lo anterior, conHeidegger volvemos a, en términos de Richard Rorty, hacer “redescripciones” que un pasado que no está finiquitado. El cuestionamiento de la metafísica conlleva también la crítica a la metafísica de la historia, que supone una concepción lineal, progresiva y diacrónica de la historia y el pasado, y no sincrónica. Esa visión de la historia la ejemplifica el Angelus Novus de Klee que comenta WalterBenjamin en sus “Tesis de Filosofía de la Historia”. El ángel del progreso batiendo sus alas con fuerza mientras destruye todo. La historia progresiva es así: Χρόνος devora a sus hijos, como en el famoso cuadro de Goya; se considera que lo pasado ya está muerto y agotado. Que es, por tanto, un “perro muerto”, como algunos pensadores trataron a Hegel en su momento según Marx. Pero no es así, ya...