Vida y asesinato del Padre Mugica Entre dos fuegos

Vida y asesinato del padre Mujica - Entre dos fuegos
Resumen del Epílogo - El Regreso a Casa

El 9 de octubre de 1999 se cumplió aquello que los habitantes de la villa de Retiro habían deseadodurante 25 años: el regreso del padre Carlos. Lamentablemente, ya no sería en vida: se trataba del traslado de sus restos a la capilla Cristo Obrero, que él mismo había ayudado a construir y en la quehabía ejercido su ministerio hasta el final.
La concreción de este deseo fue posible luego de una prolongada instancia burocrática. Los familiares de Carlos Mugica prefirieron solicitar laautorización al Vaticano que concluyó con la venia del mismo papa Juan Pablo II.
Una multitud volvió a reunirse para llevar a Carlos Mugica a pulso, desde la Recoleta hasta la villa. La columna alcanzabacuatro cuadras de largo.
Ese día volvieron a estar muchos de los que habían acompañado en vida, familiares, amigos, sacerdotes, antiguos colaboradores, alumnos, feligreses villeros y de otros ámbitos.También aquellos que no llegaron a conocerlo, habitantes actuales de las villas 21 y 31, con la bandera de Bolivia; con la de Paraguay. También el autor de este libro, que tenía solo seis años al morirel padre Carlos. Y montones de jóvenes, que conocieron al cura por los relatos de sus mayores, gente de mediana y avanzada edad.
Algunos de los que no estaban de acuerdo con el traslado, porque habíaquienes consideraban que la Iglesia oficial, en su momento, había abandonado a Carlos Mugica a su suerte pero ahora, de manera oportunista, se aferraba a su figura.
Al llegar a Retiro, la columna sefue internado por los pasillos de la villa. El cajón, que había sido pasado de mano en mano, fue depositado finalmente en el nicho en la entrada de la capilla Cristo Obrero.
Empezó la misa,presidida por el arzobispo Jorge Bergoglio quien pidió rezar “por los asesinos materiales, por los ideólogos del crimen del padre Carlos y por los silencios cómplices de gran parte de la sociedad y de la...