ya se sabe
Como su hermano me abrió los ojos en esto de la maternidad, pensé que no deberían sorprenderme ya ciertas cosas de cuando nuestros peques empiezan a interactuaractivamente con lo que les rodea… pero no: ¡me sigo sorprendiendo con la inocencia de quien cree descubrir la magia! El otro día llamé desde el trabajo a su padre quien, como la estaba dando de comer,puso el manos libres y cuando empecé a hablar oí: ¡mamá! Pregunté: ¿quien ha sido? ¿ha sido la Mini? Durante unos instantes dudé si había sido su hermano, pero mi marido también sorprendido dijo:“Jajaja, sí, ¡si ves la cara que ha puesto al escucharte!” y es que está acostumbrada a oír a su abuela por teléfono a diario cuando su padre la llama, pero ella y yo no nos habíamos habladoaún, jajaja. Reconozco que yo soy de las que alimenta su felicidad con cualquier detalle, pero este en particular me lleva alimentando tres días seguidos porque la adquisición del lenguaje mesorprende siempre, ¡pero el pensamiento que implica me admira más! Crecen… ¡y crecen rápido! Y no me da pena… ¡me admira lo increíble que somos los seres humanos!
Es una fenómena con susjuegos y juguetes favoritos. Ahora está empezando a pedirte que interactúes con ella y que le enseñes cosas, pero antes era cabezona y obstinada y disfrutaba a su aire con ellos. La ves jugar conlos cubos encajables (de los que hablé anteriormente) y te admiras de cómo es posible que tenga ya tal manejo con sus manitas si hasta hace poco eran las de un bebé con los puños cerrados…
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