Yo te saque virgen de tu casa, si no eres mía...”: violencia sexual dentro de las relaciones de pareja

“Yo te saque virgen de tu casa, si no eres mía...”: Violencia sexual dentro de las relaciones de pareja[1]

Adriana Fernández Godenzi

Introducción

En 1993 la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena, declara la violencia contra la mujer como una forma de violación de los derechos humanos de las mujeres. La problemática sale así de la esfera de lo privado a lo público; es decirpasa de ser un conflicto de pareja, a ser regulado por las leyes y el Estado. Dentro de este contexto, se empieza a mirar al interior de las familias y las parejas como espacios posibles donde se vulneran los derechos humanos de las mujeres. El espacio de las relaciones de pareja (ya sea en matrimonio o en convivencia), se cuestiona como un espacio romántico, dador de amor, protección y cuidado;reconociéndosele también, su cualidad violenta e intrusiva sobre los sujetos que lo componen, sobre todo contra las mujeres. La posibilidad del establecimiento de vínculos de poder que se traducen en roles de agresor/agredida, dominador/dominada permiten la expresión de las diferentes formas de violencia (psicológica, física y sexual) las cuales se instauran en una dinámica cotidiana que minimizay en muchos casos invisibiliza el daño que causan sobre la subjetividad de las mujeres.

Desde esta visión, la violencia sexual dentro de las relaciones de pareja siendo un problema que existe desde hace mucho tiempo, empieza a ser concebido ya no como “un mal menor” sino como una vulneración sobre el derecho a la libertad sexual de la esposa o conviviente.

Es así que, desde el año 1991 laviolación sexual dentro del matrimonio es considerada como un delito en nuestro país. Sin embargo desde mucho antes, esta situación ha sido una realidad sórdida que muchas mujeres han tenido que tolerar y con la que han tenido que convivir por ser “su deber de esposas”.

Los deberes de la “buena mujer” impuestos socialmente, como el tener que satisfacer a la pareja en todo lo que desee: comida,cuidado y sexo, además del deber de mantener la pareja unida por el bien de los hijos; se convierten en pilares y leyes simbólicas que como imperativos sociales se impregnan en las representaciones mentales de hombres y mujeres.

Estos mandatos sociales han sido legitimados culturalmente, aceptados como lo valorado y esperado en el comportamiento femenino, los cuales afianzan la identidadfemenina desde un ser para otros en detrimento de su autonomía e individualidad[2]. Es decir, la socialización, desde estos parámetros, hace que se puedan justificar vulneraciones a los derechos fundamentales de las mujeres si con esto se preservan la familia y el matrimonio.

Como dijo Berenstein[3] “...en nombre de la ley se han cometido los más terribles delitos” así yo afirmo que en nombre delo que debe ser y hacer la mujer para una sociedad machista y patriarcal, se cometen terribles injusticias contra las mujeres.

Por tanto, la violencia sexual dentro de la pareja es una de esas injusticias, permitidas por la ley durante mucho tiempo, que hacen de la mujer un objeto al servicio de otro, siendo lo más cruel el que haya sido considerado como lo socialmente aceptado. Si bien la leyse ha modificado[4], este hecho ocurre y aun en el imaginario de las mujeres esta ampliamente sostenida la idea de satisfacer el deseo del otro como una tarea a cumplir, sin tomar en cuenta muchas veces los deseos propios.

Y la pregunta es ¿cómo no ha de ser así?, si desde la ley, cimiento de las representaciones mentales sobre lo que es permitido y lo que no, el deseo de la mujer era algo tanirrelevante que en el Código Penal de 1924 que ha regido hasta 1990, si una mujer era violada, el violador o violadores podían salir libres cuando contraían matrimonio con sus víctimas, como si el matrimonio borrara los efectos psicológicos del hecho traumático. Además si se analiza, para esta ley en sí, la violación no es lo ilegal; es decir someter a una mujer a una relación sexual sin su...