A 30 Años: Malvinas

A 30 años de la guerra de Malvinas, lo primero que evocamos es a nuestros muertos, que cayeron defendiendo la soberanía argentina en aquellos fragorosos días en que -más allá de los que decidieron la guerra- todo el pueblo se sumó en una causa común. Porque así fue, a pesar de la atribución de las responsabilidades y de la posterior campaña antimilitarista y de desmalvinización que envolvió alpaís tras la derrota militar, desnaturalizando la esencia de una guerra justa que proyectó a través de los medios de comunicación la sensación de un absurdo 
sobre el sacrificio de aquellos que vivieron el combate.

A 30 años del inicio de la “Operación Virgen del Rosario”, que consistió en la ocupación de las islas para reintegrarlas al seno madre de nuestro territorio nacional, y que costara lavida del capitán Pedro Giacchino bajo la metralla colonialista inglesa, noticia que conmovió a cada uno de los argentinos; ese recuerdo permanece en nuestras fibras más íntimas punzándonos la conciencia, a pesar de que para muchos se trata de un capítulo que no debió iniciarse.

Mirando en retrospectiva aquella gesta, podemos convenir en que la guerra de las Malvinas fue la causa de laArgentina, más allá de quienes la decidieron y condujeron. Ese 2 de abril de 1982 marcó un hito trascendental que está por encima de toda interpretación pormenorizada o interesada. El pueblo se volcó a las calles. ¡Cuántas divisiones, trabas, desconfianzas hostiles saltaron por el aire en ese instante maravilloso! Ese pueblo estaba allí, no para pedir facilidades sino para aceptar el desafío y elsacrificio. Para adherir, no a un hombre, un gobierno o un programa, sino a un principio. La soberanía -al decir de Víctor Massuh- no era un principio abstracto sino sentimiento. Era el símbolo espacial de la unidad de los argentinos que volvía a cobrar vida en la esfera del sentimiento, sin importar los azares de adelante, porque ese 2 de abril significaba, nada más y nada menos, el hecho mástrascendental de la historia argentina del siglo XX.

Sin embargo, hubo detractores, decepcionados y una campaña posterior de condena y escarnio; acusaciones y acciones tendientes a desnaturalizar aquella gesta, y porque en ello iba también la necesidad de condenar a un largo proceso militar, no obstante a que la causa superaba a la decisión de una cúpula gobernante. Pero el espíritu y la trascendencia delhecho en sí estaban más allá de esas instancias lógicas después de una derrota militar o del juzgamiento de los pormenores. Esa guerra ha sido una guerra de la Argentina, porque aferrado al valor de nuestros soldados estuvo el destino nacional, que no pasa por el meridiano de ventajas o resultados.––

Lo que quedó en claro
Decía Karl von Clausewitz, el gran teórico de la guerra: “Toda batallaperdida tiene influencia debilitadora y desintegrante. Entonces, es necesario concentrarse y recuperar el orden, el valor y la confianza”. La derrota de las Malvinas nos obligó a pisar el “duro suelo” de la verdad, y sirvió para poner al descubierto muchas cosas. Si los argentinos pensamos -incluidos los militares- con alguna filosofía, podríamos concluir en que la guerra de las Malvinas, queempezó un 2 de abril con la toma de Puerto Argentino (Stanley, para los británicos), trajo cosas que sirvieron para develar muchas verdades. Y si asociamos filosofía y política, comprenderemos que el revés militar puso en evidencia la falencia del proceso, el desenfreno lucrativo, la venalidad prepotente y el sensacionalismo del poder.

La guerra de las Malvinas puso fin asimismo, al mito de que laArgentina era un enclave europeo en Sudamérica y de que los Estados Unidos eran un aliado necesario y sincero de los países latinoamericanos. En el plano internacional, por otra parte, la guerra de las Malvinas contribuyó a marcar aún más los límites entre el primer mundo, el segundo y el tercero y, por lo mismo, a confirmar el hecho de que los países latinoamericanos, pese a las diferencias que...