EL POLÉMICO MONTAJE DE LA CASA DE BERNARDA ALBA EN 1950

EL POLÉMICO MONTAJE DE LA CASA DE BERNARDA ALBA EN 1950

El 20 de marzo de 1950 el Teatro de Ensayo «La Carátula» subió por primera vez a los escenarios españoles1 La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca. La representación, en sesión única, tuvo lugar en el Teatro del Parque Móvil de Ministerios2 (Teatro del P.M.M.), ante el reducido aforo de los socios del teatro de cámara y unoscuantos invitados, entre los que figuraban alguna que otra autoridad franquista y los críticos de la prensa diaria. Las actrices que compusieron el reparto fueron Antonia Herrero3, Amparo Reyes, Berta Riaza, Lola Gaos, Maruja Recio, Carmen Ferreira, María Luisa Romero, Consuelo Muñoz, Marta Gosálvez, Mari Carmen Gos, Paquita Gallardo y Lolita Moreno. La escenografía corrió a cuenta de Enrique Ribas,con la realización de Manuel López. Por su parte, Carlos José Costas compuso la música de la canción del segundo acto. La dirección artística estuvo en las manos de José Gordon y José María de Quinto, con Mili Iriarte como ayudante de dirección4. José María de Quinto ha relatado en distintas ocasiones (1986; 1999) las peculiares características de este polémico estreno que tuvo que lidiar con lacensura, gobernada, en aquel momento, por las directrices morales que marcaba la Iglesia.
Expectación antes del estreno
Sin duda, el anuncio del estreno en España de una obra de Lorca, a pesar de las restrictivas condiciones de éste (un teatro no comercial, en sesión única, con un público reducido y por invitación), provocó una expectación máxima.
“La expectación despertada por el anuncio deesta representación motivó que extraordinaria cantidad de personas se quedaran sin poderla presenciar, dado el reducido aforo de la sala en que tuvo lugar, por lo que sería de desear que se repitiese”. (Índice de las Artes y las Letras, 1950: 16)
Según nos cuenta José María de Quinto (1986:8), el espectáculo hubo de retrasarse hasta que Gabriel García Espina, director del Consejo General deTeatro, ocupó su butaca. No era uno de los invitados al estreno, pero, alguien le hizo llegar el programa “sin invitación”, reproche que la secretaría de tan inminente autoridad dirigió a los directores del teatro, y dos funcionarios exigieron que el telón no se levantara hasta que García Espina estuviera en su asiento. Muchos, ante tal retraso, temieron una prohibición de última hora, pero,afortunadamente, el espectáculo terminó sin incidentes y culminó con una cerrada ovación del público asistente ante un escenario vacío en memoria del poeta.
El silencio del estreno
Los jóvenes directores y los miembros del reparto esperaban ansiosos la edición de los periódicos del día siguiente, donde aparecerían las críticas al espectáculo dando cuenta de su hazaña. Sin embargo, se encontraron ante unadesagradable sorpresa. En ningún periódico apareció la más mínima reseña del espectáculo. Así anotó José María de Quinto (1986: 26) en su diario personal la indignación que sintió:
Esta mañana me he levantado con la ilusión de leer las críticas y - ¿por qué no decirlo?- con la ilusión también de ver la caricatura de Ugalde para ABC. Pero la censura ha prohibido terminantemente que la prensa seocupe del estreno de anoche. ¿Por tratarse de una pieza de García Lorca? ¿Por la crudeza del drama?… Anoche, tanto Gordon como yo, sufrimos lo indecible. Más de diez denuncias contra el estreno han sido hechas (Padres de Familia, Sindicato del Espectáculo, Teatro Español…). Sin embargo, no han conseguido que La casa de Bernarda Alba deje de subir a un escenario por obra y arte de nuestro entusiasmo.Ya pueden callar las críticas enmudeciendo los aplausos y las ovaciones de anoche. Todo es igual. La sombra de García Lorca muerto persigue a estas gentes frustradas, incapaces de alzarse sobre su frustración…
Gabriel García Espina, director del Consejo Superior de Teatro, como buen convidado de piedra, se había dedicado durante los entreactos a advertir a los críticos teatrales presentes en...