Álex

lex Covarrubias V. En 1689 naci un hombre extraordinario en el Castillo de la Brde, a los pies de las campias y los bosques glaciales de Burdeos, Francia. Su nombre Charles Louis de Secondat, seor dela Brde y barn de Montesquieu. Cincuenta y nueve aos despus publicara una obra definitiva para la historia poltica y social de los pueblos, De lesprit des lois (El Espritu de las Leyes). Con ella, ycon l, el liberalismo haba encontrado a uno de sus padres. Mediante ella Montesquieu habra de ensear al mundo que para que los espritus de los dspotas sean mantenidos a raya son precisas dos cosas.Por una parte, es preciso que el Estado sea la casa de las leyes de todos. Por otra parte, es preciso que exista la separacin de poderes porque el poder es lo nico que puede frenar al poder. Elesfuerzo analtico extraordinario del barn de Montesquieu para dar sentido a las leyes de una sociedad moderna, viene hacia m en estos momentos en que las leyes mexicanas sufren. Sufre ms su espritu por loque se hace en su nombre en un Pas como Mxico. Me refiero a la lamentabilsima decisin tomada por la Suprema Corte de Justicia de la Nacin en relacin con el caso de la periodista Lydia Cacho. Porestas horas mucho se ha dicho al respecto por escritores, intelectuales y comunicadores. Pero son de tal magnitud los alcances de la resolucin de la Corte que prcticamente exonera al Gobernador Precioso,que ninguna reflexin por s sola es suficiente. O est dems. Yo no s ni me atrevo a formular juicio alguno sobre si los ministros emitieron un dictamen sesgado por algn inters. Prefiero creer queactuaron apegados a su interpretacin de la ley. Pero aun as, estamos frente a un ejercicio de la ley que deja muchas dudas. Y no es ninguna minucia la duda principal que centra el problema en la capacidadde nuestra institucin superior de justicia para actuar preservando justamente el espritu de las leyes. Que es (en el concepto innegociable bsico del barn de Montesquieu), repitmoslo, hacer de la...