Ángel limpiador ÓSCAR LÓPEZ PORTILLO I Lugar Concurso de Cuento Letras Nuevas 2007 La Prensa Gráfica

I Lugar
Concurso de Cuento “Letras Nuevas” 2007
La Prensa Gráfica

ÓSCAR LÓPEZ PORTILLO

Ángel limpiador
―¡Levántate! Te han traído un sobre, unas
fotografías y la descripción ―le dijo la
abuela a Ricardito, que era como ella lo
llamaba, cuando dormía envuelto en los
trozos que quedaban de lo que una vez fue
su sábana, sobre una cama vieja, sucia, curtida, llena de manchas, a la que le faltabauna de las patas y que además, acuñaba
con una lata vacía de leche de soya, para
que no se inclinara hacia el suelo y poder
dormir sobre ella.
―¡Por favor vieja, no me estés jodiendo, tengo bastante sueño, hace dos horas me acosté a dormir! ―le contestó Ricardo a su abuela, doña María Petrona de La
Paz Aguirre viuda de Corrales.
Al fin, luego de largos minutos de
estar porfiando, ella logróconvencerlo para
que se levantara, pues un señor, bueno, el
señor de muchas ocasiones anteriores, le
había dejado un sobre similar a los demás.
―¿Dónde está el sobre, vieja olvidadiza y enclenque? ―le preguntó, gritando,

a la consentidora, amorosa, asistente y colaboradora abuela.
―Aquí está, hijo ―le contestó ella,
dándoselo en las manos.
Ricardo rompió el sobre y comenzó
a auscultar las fotografías queen su interior había. «Otro pendejo», pensó, porque
en las fotografías se retrataba la imagen
mustia de un hombre. «No está tan viejo el
maldito, hijo de puta», agregó. Efectivamente, el sujeto que aparecía en las fotografías no era muy viejo, pues apenas aparentaba tener unos treinta y cinco años de
edad, aproximadamente. «¡Es una lástima!», dijo en voz baja, observando las fotografías y con unahoja de papel, suelta, en
su mano derecha, donde estaba redactada
la descripción que le serviría de patrón para identificar al objeto de su trabajo esa semana; también, en la hoja de papel se encontraba plasmada alguna información del
fotografiado en cuestión. Lugar de trabajo,
nombre de algunos familiares, sitios que

Oscar López Portillo
Ángel limpiador__________________________________________________________________________________________

frecuentaba, entre otros datos importantes,
eran los que se mencionaban del sujeto que
estaba estudiando esa mañana.
Ricardo Antonio Corrales era un joven de veinticinco años de edad. Contaba
con gran conocimiento sobre armas y explosivos. El discernimiento lo había adquirido ojeando y leyendo incontables revistas
y libros que hablaban del tema.Él era huérfano de padre y madre desde los ocho
años. Desde ese momento comenzó a estar
bajo el cuido y tutela de su abuela paterna.
Ella lo había cuidado con mucho afán, pero
Ricardito, con el correr de los años y llegando a la adolescencia, buscó a uno que
otro amigo, que no pertenecían a la clase
distinguida de aquella ciudad de sus amores. Ricardo fue educado en instituciones
educativas quepertenecían a la red pública
de educación; nunca tuvo el honor ni privilegio de estudiar en uno de aquellos distinguidos colegios e instituciones del sector
privado de la ciudad.
Una vez que estudió a la persona
que tenía que sacar del camino, Ricardo
decidió bañarse. Entró al baño y abrió la
ducha. El agua de esa mañana estaba bien
fría y despedía el olor de siempre, muy
distinto a la fragancia arosas que despedía
el agua de la casa de Patricia, su novia. Él,
pese a pertenecer a un sector social poco
privilegiado, era novio de una preciosa señorita, tres años menor que él e hija de un
empresario restaurantero, que vivía en la
Residencial Jardines de Zaragoza. Dicha
relación le hacía honor al nombre de aquella radionovela que hizo estremecer emocionalmente al país: A las bichas con pistoles
gustan los bichos calle. Patricia Carranza era
bastante bonita y estaba enamoradísima de
Ricardo, pese a que su padre, al enterarse
de dicha relación, podría oponerse a ella y
hasta coartarles el derecho a amarse.

Ricardo dejó caer sobre él, durante
unos cortos diez minutos, hasta que consideró que estaba lo suficientemente limpio,
aquella agua que olía a olor neutro, y cerró
la ducha. Estaba...