Ángella Prandelli - Génesis

Angela Pradelli es dueña de una sabiduría literaria que se hace evidente en la plasmación de sutiles alusiones y el sostenido tono intimista de un relato. El acápite con el que se abre el librointroduce en la atmósfera chejoviana que impregna la novela desde la primera página, donde la narradora contempla a Ramón, su vecino, hachar el árbol seco de la vereda, hasta el conmovedor simbolismo delcapítulo final. Un perfume de suave poesía campea por sobre la opacidad de esas dos soledades -la de la narradora y la de su vecino-, así como las de algunos personajes marginales, de fugaz aparición,como el polaco borracho, la mujer de pechos enormes y la loca que corre descalza bajo la lluvia.

Del mismo modo que Chejov situaba a las criaturas de sus cuentos (gente por lo general sencilla,común) en aldeas o pequeñas ciudades de Rusia, el escenario en el que se mueven estos simples vecinos es el de un barrio humilde del sur bonaerense que, sin necesidad de ser descripto, el lector puedellegar a reconocer.

Toda gira, sin explicitarlo, en torno de la reciente muerte del padre de la protagonista, un viejo ferroviario que cuidaba el ciruelo del jardín, daba de comer a los gorriones,juntaba diarios viejos y acompañaba a su amigo Ramón en pícaras travesuras. La hija, como si contara para sí misma, registra hechos que ocurren contemporáneamente, fútiles acontecimientos, anécdotasinsignificantes que tienen, sin embargo, un oculto sentido revelador. La nostalgia del padre, de los momentos felices vividos a su lado, son hilachas que han quedado flotando después de su muerte y queella recoge y entrelaza con pequeñas historias de las que Ramón, identificado también con esa ausencia, resulta silencioso cómplice.

El lugar del padre es una novela extraña; sus cuarenta y sietebreves capítulos, a modo de cuadros o estampas costumbristas, ofrecen la insólita originalidad de la sencillez, el valor de la sugerencia y el atractivo de una emoción siempre contenida cuya razón de...