Áyax

Áyax
Tomas: Erguido esta ya el instrumento de la muerte. Bien dispuesto quedo. Su agudo filo realizara perfectamente su obra… Por lo demás, ¿Qué importa eso? Esta espada es don de Héctor, elhombre para mi más aborrecido, el extranjero a quien más abominable vi. Bien afilada fue la hoja en la enemiga tierra de Troya, al roce de la piedra que devora el acero. Y ahora ya está bien fija; conesmero la puse en forma tal que al dejarme caer sobre ella es de un tirón me ante. Sí, todo, todo dispuesto esta.
Y tú, Zeus, tú el primero, debes ahora darme tu auxilio. No es mucho lo que voy apedirte. Solo que envíes un mensajero a Teucro para que se le de esta noticia. Sea el el primero que me arranque de esta filosa espada que habrá cuajado mi sangre. El antes y no alguno de mis enemigos,que me vea y me tome para arrojarme a los perros y a los buitres. Esto y no más te pido.
Invoco a Hermes también. El que ha de conducirme por las por las sendas del mundo de los muertos. Que mealetargue, que me suavice la muerte, que haga que yo con certero salto desgarre mi pecho sin titubeos al arrojarme sobre esta espada. Invoco también a las doncellas perennes, a las que con vigilanteindormible ojo ven el dolor humano, a las erinas de agiles piernas, que severas atisban hacia el crimen. ¡Vean como muero, vean este crimen de los atridas! También a ellos los arrebaten y los lleven sinmisericordia y que todos ellos acaben, si, acaben sin honra y sin decoro. Hallen la muerte de ignominia ellos, como yo me la doy. Y ellos no a mano de seres enemigos; Y ellos no a mano de seresenemigos; a manos de las mismas de los hijos que más aman.
¡Ea, Erinas, vengadoras y veloces perseguidoras del crimen. Volad, no perdonéis, recorred todo el ejército, no perdonéis a nadie! ¡Y tú, oh sol,tú que llevas tu carro reluciente por los cielos, cuando veas la tierra de mis padres, reten el paso, demora la dorada rienda, anuncia mi infortunio, da a saber mi muerte anciano padre, a mi madre...