Énsayo
Un recuerdo de nuestra infancia seguramente es ver durante horas los muñequitos o dibujos animados en la televisión. Deadultos vemos las caricaturas en los periódicos de personajes como “Mafalda” o “Gaturro”. Sin duda es difícil pensar que tan simpáticos dibujos pueden estar denunciando unarealidad del mundo. Y aún más difícil es imaginar que estas pueden ser fuentes oficiales acerca de la situación actual.
En su reseña Andrés Mauricio Chaves Remolina,con bastante elocuencia y claridad nos muestra el panorama que se trata en el libro de Ana Merino “El comic Hispano”. La autora expone como el comic ha trascendido lacategoría de un dibujo para niños o adolescentes que cuenta una historia fantástica; para llegar a ser un medio de difusión que está llena de “mensajes codificados” que sinduda no van dirigidos a los más pequeños.
Pero más allá llama la atención del texto el siguiente apartado: “A pesar de haberse ganado el reconocimiento por medio mundocomo legítimo instrumento de difusión y de expresión, la historieta sigue sin contar con un bibliografía decente que estudie y analice con detenimiento y amplitud suscaracterísticas y su respectiva historia”.
Es decir, que en una sociedad donde la censura ha callado la voz de muchos dibujantes ya sea mediante sus prohibiciones o con unabala. Donde el comic se ha constituido como uno de los medios donde algunos se pueden expresar, no se le da la importancia que tiene. Y que si que menos a nosotros comopúblico se nos permite entenderlo.
Antes de que la censura acalle nuestras voces deberíamos aprender a usar lo que aún está arma de los gigantes no ha podido eliminar.
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