Érase Una Vez Un Libro, Unas Páginas…

Érase una vez un libro, unas páginas…

Una pesadilla recurrente finalmente parece materializarse: la inexorable tecnología está devorando a nuestros amados libros. O, para no ser tan fatalista,debería decir más bien que no los traga por completo, los regurgita como libros electrónicos.
Como algunos animales, dotados del instinto parental, que devuelven lo devorado (arcadas de por medio) paraque sus crías se den un festín con el alimento que estaba en proceso de digestión, nuestra solícita tecnología se va tragando los libros para devolverlos convertidos en libros electrónicos. Y a lospies de ella, nuestra generación de hogaño está siempre ansiosa, esperando con avidez el novedoso “alimento” tecnológico.
Los e-books o libros electrónicos llegaron para trastocar la materialidad delos libros (esa tradicional superposición armónica de hojas de papel), para aprisionarlos en una pequeña pantalla en la que se van configurando las páginas. El que se transforme la materialidad dellibro poco tendría que afectar a su esencia: después de todo el contenido es el mismo, el código escrito es el mismo, la estructura de los textos es la misma. Pero nuestra relación con sus hojas, susolores, sus texturas, etc., tiene tan larga data que tal vez a muchos nos cueste aceptar que “un libro es un libro”, sea cual sea el soporte.
Los remilgos con que nos oponemos a los libros digitalesestán siendo considerados y superados por la apabullante tecnología. Los nuevos modelos de libros electrónicos tienen el peso y la forma de nuestros amados libros; así que, al parecer, los podremosllevar a nuestros lugares secretos de lectura (el baño, en algunos casos). Con todo, mucho me temo que ya no nos quedarán pretextos para no rendirnos a las ventajas de los e-books.
Pero, por ahora,henchida de desdén contra la tecnología (léase como imposibilidad económica para darme esos gustitos), puedo afirmar que mis amigos, los libros, no serán reemplazados por ningún artificio tecnológico....