Ética Periodística

Las dos caras de la educación católica
Por Jorge Ochoa Bugueño


La educación en la Universidad Católica del Norte se ha ganado en los últimos años un lugar importante dentro de las políticas impulsadas por los directivos, en especial por las acreditaciones que se han adjudicado varias carreras y la misma casa de estudios, que logró su certificación por cinco años, y que cada vez despliegacon mayor fuerza su publicidad para atraer a nuevos y mejores partícipes del proyecto educacional.
Toda una estrategia para desarrollar óptimamente los programas curriculares y generar espacios a través de fondos concursables de educación superior que permiten acceder a tecnologías y otros recursos vitales para la complementación del aprendizaje. Acciones decididas que ponen en primer lugar losintereses de los directivos, asegurar un financiamiento constante de todas las actividades que llevan a cabo estudiantes, docentes e investigadores, iniciativas que de alguna forma dejan en alto el nombre de la universidad a donde quiera que vayan y continúan ampliando la imagen de ésta a nivel nacional e internacional.
Los programas de intercambio, las pasantías al extranjero, la participación enjuegos internacionales o regionales, y tantas otras actividades en las que la universidad siempre asegura mantener a lo menos uno o dos representantes, permiten demostrar la altura de miras y la elevada visión de la misión que se han propuesto quienes dirigen los designios de esta casa educacional.
Pero, la inclusión de todos los actores en este proceso de ampliación de los objetivos generales eneducación no pasa tan sólo por generar invitaciones y estímulos a quienes representen a la universidad dentro o fuera de ella, sino también por desarrollar e impulsar una identidad universitaria acorde a los principios que sostienen y, supuestamente, motivan a la institución a continuar su labor educativa.
En este sentido la entidad carece de mucha influencia dentro de sus propios estudiantes,debido a que un alto porcentaje de ellos no comparte las creencias y valores cristianos y que se ve reflejado en las altas votaciones que reciben las listas comunistas que postulan a dirigir la federación de estudiantes o la escasa participación en la pastoral y en las misas celebradas en la capilla de la universidad.
Está bien, estudiar en una entidad católica no asegura que sus estudiantes, nimenos sus docentes o administrativos, compartan las mismas creencias y valores, pero al menos debiera asegurar que se impartan en las aulas, a través de la realización práctica y de la relación con los contenidos curriculares, a fin de comenzar a inculcar esa identidad de estudiantes honestos, veraces e íntegros, que al menos compartan los valores cristianos más importantes: la caridad, la pacienciay la tolerancia, por nombrar algunos.
Sin embargo, esta misión parece complicada cuando los administrativos de finanzas informan el incremento de aranceles a principios de año y los estudiantes deciden protestar por pagar los platos rotos de una crisis que también les toca el bolsillo a través de la matrícula, que lamentablemente se encuentra regulada por los vaivenes del mercado, como haquedado claro en el último año.
Entonces, la credibilidad de una dirección que impulsa valores cristianos, pero que promueve el ensanchamiento de las diferencias y atenta contra la igualdad de oportunidades y acceso al crédito para continuar los estudios, motivando el rechazo de muchos estudiantes y una actitud reticente hacia los mensajes emitidos desde la universidad.

Para los estudiantes de lasfacultades de Humanidades y Economía, esta brecha es mucho más grande desde el punto de vista social, puesto que su ubicación, alejada del resto de las carreras, permite una segregación perjudicial para lograr una integración general del estudiantado.
En el caso de la carrera de periodismo, la enseñanza de valores cristianos y virtudes que permitan un mejor desempeño profesional a futuro, y...