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engaño, en el terror, en la angustia y siempre celoso, envidioso,burlado en sus deseos y
entregado incesantemente a toda suerte de temores? No, no lo hay; no hay malvado que
lo sea por querer serlo y, por consiguiente,no hay malvado que sea libre.
8. Así como la menor distracción del piloto puede ocasionar la pérdida del
buque, del mismo modo el menor descuidonuestro, la más ligera falta de atención
puede ocasionarnos la pérdida de todos los progresos hechos en el estudio de la
sabiduría. Vivamos, pues,siempre prevenidos. Lo que está confiado a nuestro cuidado
es más precioso que una nave cargada de oro: es nada menos que el pudor, la fidelidad,
laconstancia, la sumisión a las órdenes divinas, la exención de dolores, turbaciones y
miedos; en una palabra, es la verdadera libertad.
9. En busca de unafalsa libertad se exponen los hombres a los mayores peligros:
se arrojan al mar, se precipitan de lo alto de las torres más altas, ciudades enterassucumben incendiadas por sí mismas... Y tú, por la libertad, ¿no quieres tomarte el
menor cuidado ni hacer el menor sacrificio?
10. Recuerda que eldeseo de honores, dignidades y riquezas no es el único que
nos esclaviza; el deseo de reposo, de solaz, de los viajes, de todas las cosas exterioresnos someten y esclavizan desde el momento en que las codiciamos. Pero como el único
y verdadero dueño de todos nosotros es aquel que tiene el pode
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