“Aproximación al fenómeno del populismo a partir de un enfoque psicológico”
Sobre la desestimación del populismo
En la desestimación del populismo hay mucho más que la relegación de un conjunto periférico de fenómenos a los márgenes de la explicación social. Podría decirse que lo que esta implícito en un rechazo tan desdeñoso es la desestimación de la política tout court y la afirmación deque la gestión de los asuntos comunitarios corresponde a un poder administrativo cuya fuente de legitimidad es un conocimiento apropiado de lo que es la “buena” comunidad”. Éste ha sido durante siglos el discurso de la filosofía política, instituido por primer lugar por Platón. El “populismo” estuvo siempre vinculado a un exceso peligroso, que cuestiona moldes claros de una comunidad racional.El referente del “populismo” siempre ha sido ambiguo y vago en el análisis social. Por lo tanto, coincidiendo con Laclau: “El Populismo no tiene ninguna unidad referencial, sino una lógica social cuyos efectos atraviesan una variedad de fenómenos. El populismo es, simplemente, un modo de construir lo político donde la retórica, lejos de ser un parásito de la ideología, seria de hecho la anatomíadel mundo ideológico”1
Por lo tanto, la tarea seria entonces, aclarar las lógicas especificas inherentes a ese exceso y afirmar que, lejos de corresponder a un fenómeno marginal, están inscriptas en el funcionamiento real de todo espacio comunitario. De este modo, mostramos cómo, a lo largo de las discusiones sobre psicología de masas del siglo XIX, hubo una progresiva internalización de rasgoscaracteristicos de “la multitud” que al comienzo eran vistos como un exceso inasimilable, pero que, como demostró Freud en Psicología de las masas y análisis del yo, son inherentes a la formación de toda identidad social.
La denigración de las masas
Un rasgo característico persistente en la literatura sobre populismo es la reticencia, o dificultad, para dar un significado preciso al conceptodonde nos encontramos con una clara ausencia conceptual de este campo donde en la mayoría de los casos la comprensión conceptual es reemplazada por la invocación a una intuición no verbalizada, o por enumeraciones descriptivas de una variedad de “rasgos relevantes”. Por ejemplo si retomamos a Gino Germani: “El populismo por si mismo tiende a negar cualquier identificación con, o clasificacióndentro de, la dicotomía izquierda/derecha. Es un movimiento multiclasista, aunque no todos los movimientos populistas pueden considerarse populistas. El populismo generalmente incluye componentes opuestos, como ser el reclamo por la igualdad de derechos políticos y la participación universal de la gente común, pero unido a cierta forma de autoritarismo a menudo bajo un liderazgo carismático. Tambiénincluye demandas socialistas (o al menos la demanda de justicia social), una defensa vigorosa de la pequeña propiedad, fuertes componentes nacionalistas, y la negación de la importancia de la clase. Esto va acompañado de la afirmación de los derechos de la gente común como enfrentados a los grupos de interés privilegiados, generalmente considerados contrarios al pueblo y a la nación. Cualquiera deestos elementos puede acentuarse según las condiciones sociales y culturales, pero están todos presentes en la mayoría de los movimientos populistas”2
Podría decirse, que el impasse que experimenta la teoría política en relación con el populismo está lejos de ser casual, ya que encuentra su raíz en la limitación de las herramientas ontológicas actualmente disponibles para el análisis político;que el “populismo”, como lugar de un escollo teórico, refleja algunas de las limitaciones inherentes al modo en que la teoría política ha abordado la cuestión de cómo los agentes sociales “totalizan” el conjunto de su experiencia política.
Por otro lado, no es un tipo de organización o ideología a ser comparado con otros tipos como el liberalismo, el comunismo o socialismo, como tampoco es la...
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