“Argentina la persistencia en una promesa”

En el 2001, la sensación social era que algo se hundía en la Argentina. Más allá de la necesidad de sobrevivir de todos y de prolongar esta agonía por parte de quienes sacaban rédito de la situación, la Arg. Se hundía en una nueva y más grave crisis. Distaba de una sensación de frustración, de impotencia o de rabia; sino todo lo contrario. Era un descarnado realismo. Casi una sutil posturaoptimista.
Porque quienes ya no esperan des-esperan. Necesitan creer que pasara “algo” que traerá la solución terminal como resultado de esa posición ilusoria, permanentemente alimentada de esperar que pasara “algo”. Esa idea, inmigrante en sus orígenes petulante en su desarrollo y su permanencia, del país que cuyo suelo alcanza con tirar semillas para cosechar zapallo, persistió cuando lasevidencias cambiaban.
Ha sido terminal porque los indicadores políticos mostraban que no era un estadio más. La incapacidad de encontrar la salida de una crisis con los elementos que la generaron es una señal indicativa de esa terminalidad.
Los parámetros de peos son los políticos, no los económicos o los anímicos, ni aun los morales o los sociales. No porque sean menores, sino porque no pueden por simismos resolver la crisis política. Se trata de una crisis de las dirigencias, incapaces de conducir la Nación. La política es lo único que puede sacar al país de la crisis. Que la dirigencia política no pudiera crear los condicionamientos para una solución política revelaba su caducidad.
En ausencia de ese marco, se desarrollaba y agudizaba la incapacidad política. Renunciaban a hacer política.Quizás se esté el olvido de las mayores evidencias del funcionamiento de una Nación lo que ha generado tantos falsos refugios en una sociedad que, por abandonar a los políticos que la abandonaron, ha abandonado la política.
Aparecen, refundaciones idílicas, renaceres impolutos, horizontes místicos, éticos y morales e ilusionistas. La pureza, lo inmaculado, la limpieza vienen a denunciar laturbidez, la corrupción. Aunque exagerada es indignación es validad, y aun en su ingenuidad, mas loable que las astutas prácticas corruptas. Esa construcción, sin embargo es un abandono de las causas para refugiarse en los efectos. Significa paliar el hambre porque se ha renunciado a la producción, a la eficacia, a la justicia. Consiste en buscar buenas individualidades como reconocimiento de que no hayespacio ni voluntades para lograr buenas construcciones colectivas.
En esta situación terminal es necesario centrarse, no dispersarse en los elementos con los que podamos salir de la crisis. Una bancarrota nunca se resuelve con un crédito, sino con una decisión.
La función del político es atender este proyecto general y contextualizar que encausa y da entidad y proporciones a todos losproyectos parciales. Es la política el motor que debe delinear los escenarios de una sociedad, a los que concurren la economía, la educación, la salud, la ciencia, la tecnología. Y no a la inversa, si la inversa fuera posible, porque la inversa no existe. De este modo se constituye un proyecto político de poder, estableciendo marcos de referencia y funcionamiento.
¿Cómo llegamos a esto? Por progresivadefección de la política. La dirigencia política se fue castrando a medida que se iba separando de las necesidades y las expectativas del pueblo, de la ciudadanía y de sus actores sociales.
Con la política ha ido ocurriendo un proceso similar al que ha distorsionado el horizonte de muchos ámbitos científicos, un traspaso de medio a fin. La política es una herramienta de poder para construir unmodelo de sociedad, un proyecto. Un tipo humano. Por esa razón es “medio” y no “fin”. Al volverse fin, se hizo un modelo en si mismo, un fin al que solo pueden acceder la dirigencia política.
La democracia se volvió sinónimo de política. Fue reducida a la forma solo puede acompañar temporariamente a la ausencia de contenidos políticos. Es un reduccionismo asociar “ la libertad” a la “democracia”...