“En que creen los que no creen?”
En que creen los que no creen?En la carta “La obsesión laica porun nuevo Apocalipsis“, Eco hace alusión a la ignorancia (en el efecto de ignorar) o a la ironía que caracteriza a los laicos cuando se habla del fin del mundo. Pero en verdad esconden su obsesión respecto al tema. En más, se podría decir que hasta le temen, pero sin admitirlo. Su duda consiste en si existe alguna clase de esperanza común entre creyentes y no creyentes. A lo que Martini respondeque para él si la hay, justificando que todos viven su presente dándole un sentido y contribuyendo con él en forma responsable.
Hay mucho por hacer juntos y la esperanza no puede faltar.
En mi opinión coincido con Eco en que los no creyentes ignoran el tema pero lo creen, como también coincido con Martini cuando se refiere a los creyentes, en su lectura del Apocalipsis.
Desde mi punto de vista(creyente, pero no practicante de religión), sin haber leído jamás el Apocalipsis, creo que el fin del mundo algún día llegará, no sé cuando, pero lo hará. Pero lo que sí sé es que no le temo. No tengo motivos por qué temer. Todos tenemos un final en la vida y éste podría ser uno de ellos.
En la carta “La esperanza hace del fin «un fin”:
En los apocalipsis el tema predominante es, por logeneral, la fuga del presente para refugiarse en un futuro que, tras haber desbaratado las estructuras actuales del mundo, instaure con fuerza un orden de valores definitivo, conforme a las esperanzas y deseos de quien escribe el libro. Tras la literatura apocalíptica se hallan grupos humanos oprimidos por graves sufrimientos religiosos, sociales y políticos, los cuales, no viendo salida alguna en laacción inmediata, se proyectan en la espera de un tiempo en el que las fuerzas cósmicas se abatan sobre la tierra para derrotar a todos sus enemigos.
En este sentido, puede observarse que en todo apocalipsis hay una gran carga utópica y una gran reserva de esperanza, pero al mismo tiempo, una desolada resignación respecto al presente.
Ahora bien, tal vez sea posible hallar semejanzas de todo ellotras los documentos singulares que luego confluyeron en el actual libro del Apocalipsis, pero una vez que el libro se lee desde la perspectiva cristiana, a la luz de los Evangelios, cambia de acento y de sentido. Se convierte, no en la proyección de las frustraciones del presente, sino en la prolongación de la experiencia de la plenitud, en otras palabras, de la «salvación», llevada a cabo por...
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