00 3 Cuentos
Eduardo Galeano
No había nada ni nadie. Ni fantasmas había. No más que piedras mudas, y alguna que otra oveja buscando pasto entre las ruinas.
Pero el poeta ciego supo ver la gran ciudad queya no era. La vio rodeada de murallas, alzada en la colina sobre la bahía; y escuchó los alaridos y los truenos de la guerra que la había arrasado.
Y la cantó. Fue la refundación de Troya. Troya nacióde nuevo, parida por las palabras de Homero, cuatro siglos y medio después de su exterminio. Y la guerra de Troya, condenada al olvido, pasó a ser la más famosa de todas las guerras.
Lo que él cantó,¿fue obra de fantasía esa escuadra de mil doscientas naves lanzadas al rescate de Helena, la reina nacida de un huevo de cisne?
¿Inventó Homero eso de que Aquiles arrastró a su vencido Héctor, atadoa un carro de caballos, y le dio varias vueltas alrededor de las murallas de la ciudad sitiada?
Y la historia de Afrodita envolviendo a Paris en un manto de niebla mágica cuando lo vio perdido, ¿nohabrá sido delirio o borrachera?
¿Qué tiene de verdad el final de Agamenón, el vencedor, que regresó de esa guerra de diez años para que su mujer lo asesinara en el baño?
Esas mujeres y esos hombres, yesas diosas y esos dioses que tanto se nos parecen, celosos, vengativos, traidores, ¿existieron?
Quién sabe si existieron. Lo único seguro es que existen.
DE JACQUES
Eliseo Diego (Cuba, 1920-1994)Llueve en finísimas flechas aceradas sobre el mar agonizante de plomo, cuyo enorme pecho apenas alienta. La proa pesada lo corta con dificultad. En el extremo silencioso se le escucha rasgarlo.Jacques, el corsario, está a la proa. Un parche mugriento cubre el ojo hueco. Inmóvil como una figura de proa sueña la adivinanza trágica de la lluvia.
Oscuros galeones navegando ríos ocres. Joyas cavadasespesamente de lianas. Jacques quiere darse vuelta para gritar una orden, pero siente de pronto que la cubierta se estremece, que la quilla cruje, que el barco se encora como si encallase. ¿Un...
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