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ENCUENTRO INTERNACIONAL
CIUDADES HISTÓRICAS.

DE

ARQUITECTURA

CONTEMPORÁNEA

EN

RESUMEN PONENCIA
CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO
Francisco de Gracia.
Puesto que toda intervención sobre el territorio o en la ciudad entraña una modificación de lo
existente, tratándose de los centros históricos cabe preguntarse acerca de los límites aconsejables
para cada intervención, precisamente por la existenciade un reconocido aprecio social y cultural
hacia los mismos, dando por descontado que modificar no equivale necesariamente a mejorar.
Observación que se agiganta cuando hemos sido plenamente conscientes de que el urbanismo del
siglo XX ha sido incapaz de generar una propuesta alternativa, a modo de paradigma, que mejorara
el nivel de bienestar urbano aún vigente hoy en los viejos núcleos denuestras ciudades.
Un aspecto destacado de este asunto se refiere al conflicto real o pretendido, según quien lo
valore, que suscita la presencia de la novedad arquitectónica en el seno de los cascos históricos.
Eso se debe a que gran parte de la construcción contemporánea, la buena y la mala, se ha
autodefinido y presentado por oposición a lo existente. Desde supuestos teóricos y prácticos ha
queridoser una realidad alternativa a la producción tradicional. En el origen del Movimiento
Moderno, la nueva construcción se promocionó como superación de la sustancia misma de la
arquitectura pretérita, fuera esta académica o vernácula. Algo parecido ocurrió con la teoría
urbanística, a través de la cual se articuló una moción de censura contra la ciudad histórica, contra
su naturaleza compacta ycohesionada.
El llamado contexto o las otrora “preexistencias ambientales” se han interpretado por los valedores
incondicionales de la arquitectura moderna cual molestas presencias fantasmales de la historia. Se
renunció a la mirada retrospectiva en lo que tiene de aportación para el aprendizaje comparativo.
Al mismo tiempo, según señalara Ernst Gombrich, esa misma arquitectura fue percibida por
muchosciudadanos como una violenta intromisión en los cascos históricos. La arquitectura del
siglo XX pudiera haber apostado por una serena continuidad morfológica en los centros históricos,
pero resulta manifiesto que no fue así: renunció a la urbanidad en el doble sentido de esa
expresión. Por un lado no ha contribuido apenas a hacer ciudad y por otro ha prescindido de la
cortesía en su trato con laciudad histórica, donde ha irrumpido con una arrogancia injustificada. Se
puede decir que ha intervenido convencida de que su misión histórica consistía en proclamar su
propia identidad, sin duda fascinada por el referente original de las vanguardias plásticas.
Hoy vemos que apenas se ha aprendido nada de ciertos antecedentes. En estos tiempos de
sobremodernidad los problemas subsisten y cada vezdisponemos de menos patrimonio urbano
que salvaguardar. Particularmente en España no ha existido un vigoroso pensamiento crítico que,
desde la cultura arquitectónica, se opusiera al desarrollismo destructor de las ciudades heredadas.
Las tibias expectativas de los años setenta y ochenta se vieron frustradas por razones
suficientemente conocidas, de modo que hoy estamos ante los mismos problemas deentonces,
más bien acrecentados, aunque con menos ilusiones regeneradoras y, sobre todo, sin una doctrina
institucional de aplicación que sí tienen otros estados europeos.

PONENCIA
CONSTRUIR EN LO CONSTRUIDO

Francisco de Gracia.
Es bien conocido que en los simposios o congresos de respetables especialistas parece
obligado hacer aportaciones originalísimas que, invariablemente, intentan poner ensolfa el
conocimiento ya asentado, debilitando así las posibilidades de crear consensos culturales o
técnicos de larga duración. Algo que se agrava en aquellos asuntos que frisan con lo artístico,
como pudiera ser el que nos ocupa. Ahora bien, precisamente porque tratamos aquí de
realidades comprometidas con la durabilidad y la perpetuación de valores, incluidos los
artísticos, se me permitirá...