03 ARGENTINA HIST RICA la historia argentina
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período hispánico
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Las reducciones jesuíticas de indios guaraníes / 16091818
Cayetano Bruno
La nueva situación
Esta se presentaba angustiosa para la Compañía de Jesús tanto en las
Indias como en Europa, y dondequiera se conociesen los hechos a través de las
publicaciones coetáneas. Contra las que, lógicamente, tomaron ellos la propia
defensa, con buenas razones, sin duda, en las diversas circunstancias que aquí se
verán.
1) El proceso de 1756
Lo ordenó el propio Andonaegui al día siguiente de Caybaté para esclarecer
las responsabilidades de la guerra. Recibió el encargo don Nicolás Patrón,
teniente de gobernador de Corrientes y uno de los capitanes del ejército; quien lollevó adelante entre el 11 de febrero de aquel año de 1756 hasta el 21 de agosto
inmediato.
Depusieron catorce indios cautivos. Patrón debía hacer “traducir por sus
lenguaraces” las declaraciones tomadas, y jurar “estos que fielmente las
traducen”. Ocho sobre catorce declararon contra algunos misioneros.
Se advierte como defecto capital de este proceso el haber escuchado los
jueces a una de las partes tan sólo, y precisamente a la parte rebelde, sumamente
interesada en echar sobre los misioneros la responsabilidad de la contienda. Ni
hubo siquiera testigos contestes en los asuntos que podían crear algún
compromiso. Si a ello se agrega la incapacidad innata de los indios, su
propensión a la mentira y la prevención de los jueces, empeñados en hallar
razones justificativas de la guerra, ya se ve qué valor puede darse a las
deposiciones de esos ocho testigos acusadores de algunos misioneros.
Providencialmente el jesuita padre José Cardiel, en su escrito Declaración de
la verdad, datado en San Borja el 14 de septiembre de 1758, se interesó porallegar algunas comprobaciones, que así expuso:
“Estos que testimoniaban contra los padres, preguntados después acá, ya
por los padres, ya por los caciques y alcaldes, por qué dijeron que los padres
los enviaban a pelear sabiendo que era falso, y que los padres les habían
exhortado mucho y puesto muchos esfuerzos en que obedeciesen al tratado del
Rey transmigrándose, responden que porque los intérpretes les amenazaban
mucho.
“Unos les decían al oído:
“—Mira que no te echen la culpa a ti, sino a los padres; porque, si no, te
han de cortar la cabeza;
Otros:
“—Mira que digas que los padres te han enviado a pelear; que, si no, te
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“Eso es lo que responden.”
Hace igualmente serias objeciones el padre Cardiel a los intérpretes de que
se echó mano; como que “han sido, por lo común, gente ínfima del ejército, gente
campestre o gente alquilada..., muy idiota y tosca”. Lo cual corrobora con
ejemplos al canto, y con este otro acerca de la poca honradez de los jueces:
“Los indios nos cuentan que uno..., cuando algunos en su juzgado
persistían en hablar a favor de los padres, se enojaba, y cuando alguno decía
algo contra ellos, entonces daba palmadas de alegría en los muslos diciendo:
“—Esto sí, esto si que es verdad.”
Acerca de los escritos y sus Intérpretes, el padre Cardiel reporta asimismoalgunos datos, frutos de experiencia personal. Los intérpretes eran, por lo común,
soldados del Paraguay o de Corrientes, conocedores, por esta circunstancia, de la
lengua guaraní. Pero asevera Cardiel que la conocían “muy mal”; ya que el
lenguaje común en dichas jurisdicciones “no es otra cosa que un agregado de
solecismos y barbarismos de la lengua guaraní”.
Y hubo de mezclarse, en fin, el ansia de ...
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