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y comprometida a una novela
personalísima y universal
José María Villarías Zugazagoitia
E
scribe José Saramago acerca de su certeza absoluta de que Jorge Amado
sigue vivo y siempre lo estará: “Es mi firme convicción que, contra la
creencia general y la aparente evidencia que los hechos parecen demostrar
hasta hoy, los muertos no se retiran del mundo, semantienen en él desde
siempre y para siempre”.1
El autor más universal de la literatura brasileña del siglo xx, él que era
tan bahiano, Jorge Amado (1912-2001), consolidó una obra copiosa, digna
merecedora por su calidad literaria del Premio Nobel, el cual nunca recibió,
acaso porque sí tenía en su haber el Premio Stalin, concedido por la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas (urss), en 1951,comprometiéndolo para
siempre con la ideología comunista. Hijo del dueño de la hacienda en que
nació en el estado de Bahía, desde su etapa como estudiante de secundaria
empezó a trabajar como periodista, pero, sobre todo, a escribir novelas.
Tras estudiar y terminar la carrera de Derecho, perteneció a la Asamblea
Nacional Constituyente, en 1945 por el Partido Comunista Brasileño (pcb);
responsable, noobstante, de una ley que garantizaba la libertad de culto religioso. Exiliado en Francia cuando el pcb fue ilegalizado, debió vivir en
Checoslovaquia entre 1950 y 1952, tras su expulsión del país galo. De vuelta en Brasil a partir de 1955, sin dejar nunca el partido, sí fue distanciándose
de su militancia política y radical, para dedicarse a las actividades literarias.
Miembro de la AcademiaBrasileña de las Letras desde 1961, muy pronto
en su vida comenzó a desarrollar una fecunda actividad novelística, que le
llevaría a conseguir premios como el de Latinidad (Francia, 1971), el Pablo
Neruda (urss, 1989), el Mediterráneo (Italia, 1990) y el Luis Camões (BrasilPortugal, 1995), entre otros. Su narrativa puede definirse desde un primer
realismo y compromiso sociales, donde lo importantees la denuncia de una
situación injusta y criticable desde un punto de vista social hasta el desarrollo
de una novela repleta de humor, erotismo, sensualidad, con pasiones, odios
y amores propios del melodrama, más un cierto heroísmo de sus personajes,
1
José Saramago, “Jorge Amado vivo”, en Babelia, núm. 515, 6 de octubre de 2001, p. 11.
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propio de latradición romántica del siglo xix. Rasgos estos últimos que no
dejan de estar presentes también en la primera etapa, aun con la perspectiva
ideológica y comprometida como elemento rector y decisivo.2
Heredero del último modernismo, en cuanto a su preocupación por consolidar una cultura netamente nacional, este fabulador inagotable demostró
siempre una poderosa imaginación, gran calidad literaria,talento lírico, cálido
humanismo, humor original y, sobre todo, riqueza de personajes entrañables e inolvidables. Mezcla, en ocasiones, de poesía y crudeza expositiva, las
novelas de Amado no se olvidan fácilmente. Ya lo ha dicho Roger Bastide
—el sociólogo y antropólogo francés, estudioso de los conflictos culturales y
el problema de la integración social en las poblaciones brasileñas deorigen
africano—, al señalar la importancia de la obra de Jorge Amado. El profesor
de la Universidad de São Paulo y de La Sorbona considera que el novelista
de Bahía ha transformado una categoría regional muy concreta, la del noreste
brasileño, en una categoría universal y sin fronteras. Similar, en consecuencia, a lo que lograron Gabriel García Márquez con Colombia, Juan Rulfo con
México-Comala, MarioVargas Llosa con Perú, e incluso en el ámbito español,
Ramón Gómez de la Serna con Madrid y, en años más cercanos, Eduardo
Mendoza con Barcelona.
El propio Amado denomina sus primeras obras como “Novelas de Bahía”,
pues El país del Carnaval, de 1931, Sudor, de 1935 y Capitanes de la arena,
1937, están ambientadas en la región nordestina de Brasil. Todas ellas corresponden a la etapa inicial,...
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