03 Solo Quedan Estas Tres

Páginas: 647 (161717 palabras) Publicado: 20 de agosto de 2015
Pamela Aidan

SERIE FITZWILLIAM DARCY, UN CABALLERO, Nº 3
Solo quedan estas tres


A Michael, mi marido.
En suma, subsisten la fe, la esperanza y el amor;
sólo quedan estas tres.
Pero la mayor de todas ellas es el amor.

ÍNDICE
1 La variedad infinita que hay en ella 5
2 Precioso para poseerlo 30
3 Como en un sueño adulador 73
4 Un tiempo infernal 105
5 A pesar de tu perjurio 150
6 Inclinado alos pies de la culpa 177
7 Un actor mediocre 195
8 Lo que el amor trazó en mudos instantes 234
9 La alianza de las mentes sinceras 263
10 Se cierra el círculo 283
11 La corriente del amor verdadero 296
12 La fina sutileza del amor 312
Agradecimientos 324
RESEÑA BIBLIOGRÁFICA 325




1
La variedad infinita que hay en ella
—¡Arre, arre! —La voz de James, el cochero, resonó con su tono familiarmientras arreaba a los caballos que tiraban del carruaje de Darcy, para que cruzaran la puerta que salía de Londres, tomando el camino hacia Kent. Darcy se relajó sobre los cojines verdes forrados de terciopelo, mientras el vehículo rodaba con suavidad, bajo el experto látigo de James. Le lanzó una mirada furtiva a su primo, que estaba sentado frente a él, con la nariz hundida en el Post. La guerra en laPenínsula Ibérica se había recrudecido, y el general Wellesley, ahora conde de Wellington, sitiaba Badajoz otra vez. El tercer sitio a esa importante ciudad había comenzado hacía tan sólo una semana y ahora empezaban a llegar a Londres los primeros informes de la operación, inundando los periódicos y la imaginación del populacho de nuevas esperanzas y temores.
—¿Has visto esto, Fitz? —Richard ledio la vuelta al periódico y señaló enérgicamente con el dedo uno de los artículos.
—Sí, ha sido una de las muchas noticias que pude leer esta mañana, mientras esperaba a que aparecieras —respondió Darcy; con sarcasmo. El coronel Richard Fitzwilliam había llegado a Erewile House, la casa que Darcy poseía en Londres, la noche anterior, con el fin de que los dos pudieran salir temprano paraemprender la visita que le hacían cada año en primavera a su tía, lady Catherine de Bourgh. Pero Dyfed Brougham, un amigo de Darcy, había aparecido inesperadamente y la velada se había prolongado hasta la madrugada. En consecuencia, Richard había tardado en levantarse y el viaje se había retrasado varias horas.
—Al suelo, tropa. Una tormenta se aproxima por el horizonte… —Richard se llevó la mano a lafrente, como si quisiera protegerse de la esperada reprimenda.
—Un reproche bien merecido —afirmó Darcy con un resoplido.
—Sí, pero apelo a tu naturaleza bondadosa y amable… —siguió diciendo Richard. Su primo volvió a resoplar, pero no pudo contener una sonrisa—. Y culpo enteramente a tu amigo.
Darcy soltó una carcajada al oír aquello.
—¿Mi amigo? Dy apenas me dirigió la palabra cuando te vio en elsalón.
—Fue muy atento, ¿verdad?
—¡Excesivamente!
—Un hombre muy simpático, ciertamente, ¡y bien informado! Siempre había pensado que era un tipo superficial y frívolo. Y nunca había podido entender el cariño que le tenías, Fitz. Una personalidad muy distinta a la tuya.
—Él no era así en la universidad. De hecho, era muy diferente.
—Si tú lo dices. —Fitzwilliam se encogió de hombros y se recostócontra los mullidos cojines del landó—. Y estoy tentado a creerte después de anoche. Antes no comprendía muy bien por qué lo habías autorizado a visitar a Georgiana mientras estamos ocupados en nuestra peregrinación a Rosings; sin embargo, ahora reconozco que ha sido una estupenda decisión.
Darcy asintió con la cabeza.
—Sí, la aprobación de Brougham será muy valiosa cuando Georgiana se presente ensociedad el año próximo.
—Oh, de eso también estoy seguro —afirmó Richard de manera enfática. Darcy lo miró con curiosidad y entonces su primo dejó el periódico y se lo puso sobre las rodillas—. ¿No has notado lo amable que es Georgiana con Brougham? Él la hace reír con una facilidad enorme y son capaces de conversar durante horas, o lo harían, si las normas sociales no lo impidieran. Aparte de...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Yo me quede sola
  • como nos vamos quedando solos?
  • ¿Nos estamos quedando solos?
  • Cuando Angèle Se Quedó Sola
  • Solo tres segundos
  • solo tres segundos
  • solo tres segundos
  • Ensayo : solo tres segundos

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS