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La equidad en todas sus formas
Martín Fuentes, sociólogo del equipo de Desarrollo Humano del PNUD-Panamá

La preocupación por la equidad es un tema muy vigente en la región. Sin
embargo, es necesario mirar más allá de los indicadores conocidos, para
identificar como el acceso a servicios de calidad y en un nivel “mínimo
razonable” repercute en la equidad a largo plazo. Además se señala laimportancia de considerar factores como el patrimonio económico, social y
cultural, ya que generan un aprovechamiento desigual de las oportunidades, lo
que debiera ser sujeto de análisis en toda política pública que busca favorecer
la equidad en la potenciación de las capacidades.

Oportunidades y resultados
La discusión actual sobre la equidad nos lleva a plantear algunos temas previos. Los que tienenque ver con precisar si se trata o no de igualdad de resultados, ya que cada persona tiene la
libertad de elegir el tipo de vida que desea. No se aspira a que todas las personas sean idénticas en el sentido de eliminar la individualidad- lo que sería deseable es que las personas accedan a
oportunidades similares para desarrollarse.
Por lo tanto puede ser preferible referirse a equidad como acceso aoportunidades “equivalentes”,
ya que estas requieren adaptarse a distintos contextos y requerimientos. Por ejemplo no es lo
mismo servicios básicos en una ciudad que en una zona montañosa. La búsqueda del mismo fin
requiere de acciones distintas según el contexto. Pero como plantea Sen, la persona debe tener
una amplia gama de posibilidades donde optar, es decir, debemos asegurar el acceso a lasopciones pero no predefinir lo que la persona debe realizar.
La idea es llevar los comentarios hacia algunos determinantes de la inequidad, y esto se relaciona
con la opción de las políticas públicas de concentrarse en ciertos niveles de la equidad o aquellos
más aparentes, pero no en aspectos de fondo.

Acceso y calidad
Las políticas públicas en muchos de nuestros países favorecen el acceso aeducación, salud y
oportunidades de generación de ingresos elementales, pero surge la pregunta: ¿hasta que punto
permiten una autonomía real en las personas para forjar su propio desarrollo? Probablemente
asegurar la educación básica o recursos de subsistencia ayudan y bastante, pero no aseguran el
éxito para las personas. Por eso solemos concluir que la “inequidad persiste” a pesar de “losesfuerzos”, quizás es necesario ampliar la idea de los mínimos universales para favorecer la
autonomía de las personas en su desarrollo.
En el ámbito de las dimensiones del IDH, por ejemplo, más allá de los niveles de educación,
tenemos que el factor de la calidad muchas veces es más determinante en el largo plazo y en una
lógica de competencia por los puestos de trabajo. En la dimensión de longevidadbuscamos una
mayor equidad y mejoras en las tasas de mortalidad, lo que permite aumentar la esperanza de
vida, sin embargo, la morbilidad, es decir la carga de enfermedades, ya sean crónicas o no, sigue
afectando más a los pobres, sobre todo porque tienen menos recursos para enfrentar y resolver
adecuadamente sus problemas de salud. Es decir hay más equidad en los años que vivimos pero
no en el estadode salud general que tenemos.
En lo relativo a los ingresos, sin duda han existido momentos en que el desempleo se reduce y los
ingresos mejoran, pero muchas veces no permiten alcanzar un umbral de seguridad económica o
sostenibilidad en los niveles de vida.
Adicional a los problemas de equidad propios de cada variable, tenemos una serie de factores
externos como son el patrimonio de cada gruposocial o el acceso a redes de apoyo. Estos afectan
significativamente el logro de cada persona en su desarrollo y la equidad relativa que tenga una
sociedad, es decir, aunque recursos básicos sean asignados equitativamente, las capacidades de
ciertos grupos les permiten alcanzar mejores resultados que otros.
Por lo tanto, tenemos varios niveles al mirar el tema de la equidad. Uno tiene que ver...