04 Asamblea En La Carpinter A
Segundo Ciclo
Asamblea en la carpintería
Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una
reunión de herramientas para arreglar sus diferencias.
El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le
notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado
ruido!. Y además, se pasaba el tiempo golpeando.
El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también
fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle
muchas vueltas para que sirviera de algo.
Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera
en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.
Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera
expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida,
como si fuera el único perfecto.
En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su
trabajo.
Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la
tosca
madera inicial se convirtió en un fino mueble.
Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea
reanudó la deliberación.
Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo:
Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero
trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos
ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos.
La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba
fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era
preciso y exacto.
Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad.
Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de
trabajar juntos.
DIDÁCTICA DE LA LECTURA
GUIÓN DIDÁCTICO
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