Jueces, vosotros pensad también en esta justicia; pues cerca, entre los hombres, mezclándose, los inmortales están dándose cuenta de cuantos con torcidassentencias se rozan unos a otros, sin cuidarse de la mirada divina. Treinta veces mil inmortales, guardianes de los mortales, de parte de Zeus estánsobre la fértil tierra; ellos vigilan las sentencias y crueles acciones disfrazadas de bruma, inspeccionándolo todo sobre la tierra. La Justicia, es doncellade la estirpe de Zeus y de gran veneración para los dioses que tienen el Olimpo, y cuando alguien la daría con torcidas injurias al punto sentándose allado de su padre Zeus, el hijo de Cronos, le pone al corriente de las intenciones de los hombres injustos, a fin de que el pueblo pague las estupideces desus jueces, que en funestos pensamientos falsean la justicia siguiendo por tortuoso camino. Cuidándoos de esto, jueces, devoradores de regalos, enderezadvuestras opiniones; olvidaos de una vez de sentencias torcidas. Teje males contra sí mismo el hombre que los teje contra otro, y la mala idea es másfunesta para el que la piensa; el ojo de Zeus todo lo ve y de todo se da cuenta, y ahora de esto si quisiera se apercibiría; y no se le escapa lo que dejusticia encierra una ciudad. Ahora bien, ni yo ni mi hijo sea justo entre los hombres, porque no está bien que un hombre sea justo, si es que el injusto va aobtener mayor justicia. Pero no tengo esperanzas de que el prudente Zeus ratifique este tipo de justicia. HESIODO, Los trabajos y los días, 248-273.
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