1 Nota T Cnica N 1
Fundamentos de Antropología,
Un ideal de la excelencia humanai
El curso de Fundamentos de Antropología a que responde este libro tiene un total de diecisiete lecciones. A pesar de su variedad temática, guardan entre sí una indudable unidad. Su finalidad primera es de tipo docente y discente, y va dirigido a estudiantes que no tienen una dedicación profesional, y ni siquiera preferente, ala filosofía. Esto justifica el lenguaje y el estilo, y la frecuente referencia de las notas a pie de página a otros lugares donde se amplían y justifican las ideas expuestas: se trata sólo de dar una fundamentación inicial sobre el hombre a quienes, presumiblemente, carecen todavía de ella.
La temática elegida y el modo de exponerla no guarda excesiva conformidad con los tratados más habitualesde Antropología. Se ofrece aquí una visión personalista del hombre, de inspiración clásica, con cierto afán interdisciplinar y un poco atendida a la experiencia de la vida contemporánea, en continuidad con anteriores trabajos del autor y con ese «conocimiento de la totalidad humana» que buscaba Martin Buber 1y, con él tantos otros estudiosos del hombre.
Se busca, pues, hablar, no sólo de lasfacultades humanas, sino también de sus actos, de sus hábitos y de las acciones y situaciones consiguientes a ellos. Por eso se dedican sólo los dos primeros capítulos a lo que podríamos llamar psicología humana básica, y se pasa enseguida a tratar de la persona, que ocupa en este curso el centro de la atención. Para ver a ésta en su conjunto se hace preciso considerar su situación física ynatural, su actividad corporal e intelectual y los resultados de ella, y más tarde su acción libre, y especialmente sus relaciones interpersonales, todo lo cual obliga a tratar del sentido de su vida y del modo en que se desarrolla: en sociedad. Todo ello llena lo que va del capítulo tercero al noveno.
Después se hace preciso tratar de las situaciones, obras e instituciones en las que la vida delhombre se articula; la sexualidad y la familia, la seguridad jurídica, la cultura, la vida económica, la ciudad y la vida política. Finalmente, los ciclos temporales de la persona humana, su limitación connatural y el sufrimiento que ésta conlleva, su final y su destino ocupan los tres capítulos finales de este libro.
Por tratarse de una publicación escrita con la premura de una docencia ya en curso,aparecen errores e insuficiencias muy variadas, insoslayables en una obra de estas características, que carece de cualquier afán de novedad, y se limita a sintetizar y poner al alcance del lector unos conocimientos básicos de antropología, tal como se le alcanzan al autor. Por todo ello, este libro no dice nada sustancialmente nuevo. Sólo se ha pretendido reunir, no siempre con éxito, lo quemuchos otros han dicho antes y mejor. La finalidad antedicha ha exigido evitar el plantea miento detallado de muchos asuntos que son y han sido objeto de debate en ámbitos especializados y académicos, y se ha apuntado más a presentar de una manera sintética y clara, en ocasiones demasiado sumaria, y por tanto simple, algunas verdades básicas acerca del hombre. En sucesivas ediciones el autor tieneintención de rehacer y ordenar mejor la materia.
Los destinatarios de este libro (8:4) han impuesto una reducción del aparato crítico, que se presenta más como un apoyo didáctico al texto que como una discusión académica ordinaria. Incluso la lectura de las notas es prescindible, al menos en una primera lectura, pues se han concebido como algo separado del texto, dirigido más bien a quienesbusquen justificaciones. Hay frecuentes remisiones internas, como la que antecede, a otros epígrafes en los que se explican o definen los conceptos anunciados o retomados. Con ellas se pretende evitar repeticiones y orientar al lector en el uso de los conceptos. Quizá la abundancia de ellas llegue a resultar tediosa, y en tal caso pueden obviarse. En fin, como toda obra de síntesis, quien analice...
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