1 Violeta Por Filipo Poumian

"E"
 
1- Violeta
 
Robert E. Roquefort estaba sentado en la mesa que el decía era la mejor del café por que podía ver a la ventana, no le tocaba la corriente de aire frío pues la puerta abría para el otro lado, podía ver la caja para comparar precios y escoger que iba a tomar, ver quien entraba y lo que a el más le gustaba, aparte de darle la espalda a los baños, ver que era lo que la genteiba a ordenar; el decía que podía saber como era una persona simplemente por observarla durante unos minutos. Como por ejemplo, un día una señora de alta sociedad pidió un mocha extra grande, Roberto pudo entender que se trataba de una gran empresaria que viajaba por el mundo promocionando un producto facial de precio accesible, también pudo ver que había mucho estrés y que no tenía complejos dedieta y nunca los había tenido; también supo que ella no ordenaba el extra grande normalmente sino que tenía mucho trabajo pendiente. La mujer volvió un mes después y ordenó un mocha menos cargado y de talle mediano; también se dio cuenta que era una mujer sexualmente activa y que no era con su esposo. Un día vio que la mujer no tenía tanta prisa como los demás pues estaba sentada y pidió un “mocha”en taza mas no para llevar, también pensó que se sentía un poco sola, así que fue junto a ella y le dijo:
-¿Le molesta si la acompaño un rato señorita?- El le sonrió.
-No para nada, siéntate- Ella se ruborizó al oírlo llamarla "Señorita"; pues el sabía que era una señora que había tenido más diversión de joven que lo que ahora tenía y que extrañaba sus épocas de juventud.
-Mi nombre es Robert E.Roquefort, ¿usted quien es? Que no la había visto por estos rumbos-
-Laura Delgado, una mujer común y corriente nada interesante-
-¡Oh! Pero a mi me parece que usted esta llena de cosas interesantes, que a mi en lo personal me asombran-
-¿En serio? ¿Cómo que?-
-Apuesto que usted viaja por su trabajo y que tiene problemas con su matrimonio por que su esposo es un pesado amargado, ¿me equivoco?-
-Nopara nada, ¿qué es esto? ¿Mi horóscopo?- Soltó una risa agradable al oído humano. Y continuó: -¡Vaya! Hace tanto que no río-
-Eso es triste, pero sabía que hay muchas personas como usted, de hecho si toda la gente riera viviríamos más, ¿por qué cree que antes los humanos vivían tanto? No recuerda cuando la gente disfrutaba de ver como otras personas morían, todo eso es el motivo, antes lo másimportante era reír ahora es estar estable económica y socialmente, es todo-
-Cuanta razón tienes, nunca lo había pensado-
-Y si se da cuenta las cosas que más disfrutamos no son las cosas materiales ni los amigos ni a las fiestas que acudimos, mas bien las cosas animales son las que nos producen más placer, como comer, dormir, ir al baño y el sexo-
-Es cierto Robert, oye ¿ya pagaste tu café?-
-No,generalmente lo pago al final por si decido comprar algo más-
-Esta vez yo invito ¿esta bien?-
-¡Oh! ¡No podría! Sería totalmente grosero de mí-
-No para nada, para algo trabajo-
-Bueno muchas gracias, hacen falta personas como usted en este mundo señorita Delgado-
Y así era como Robert obtenía cafés gratis todo el tiempo.
 
Había pedido como siempre el café sin azúcar ni crema. Estaba viendo auna muchacha joven, que parecía estar desesperada de un poco de amor y que no se necesitaba mucho para convencerla. Así que sólo la observaba de reojo.
Hasta que ella se acercó y le dijo:
-Hola, ¿cuál es tu nombre?- Ella sonrió.
-Robert, hola- El le sonrió de una manera que ella se diera cuenta de que a el le interesaba sin decírselo en palabras.
-Y cuéntame Robert, ¿cómo te va?- se sentó a sulado y prendió un cigarrillo, le ofreció y aunque el fumaba se lo negó.
-Me va muy bien, ¿y a ti?- Observándola de arriba abajo pues el sabía que a ella le gustaba eso, sólo que ella no lo había pensado ya que no pensaba en lo que ella necesitaba muy a menudo.
-No tan bien, pero aquí estamos- suspirando. Robert le dio un sorbo a su café. Y ella continuo -¿qué haces por aquí?-
-Pues estoy...