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nuevo campo de
batalla?
Philip Schlesingcr
Rcsu men
L
a nacion cstndo es. porcxcclcncia, un prodiicio dc la "niodeniidnd"
en Europa. En los t'lUimos ticmpos sc ha proclaniado su dcccso
conio coiisccucticia casi inmcdiala dc la nioda dc la poslniodcniidad".
Sill embargo. los conceptos dc idctitidad politic;) quc. sirvicndo a sus
propios fines, prevalccieron hasta cl final de laguerra fria. ho)' iieccsitan ser descartados en vista de que tanio la etnia eomo la nacioii se estan
cotivirtiendo tiiii evidciUetnente en obsesiones doininantes de la dccada
de 1990. En coiisecucncia. el eoncepto de "lo eiiropaiio" resulta ser tin
eanipo de batalla cultural en el que se cneuentnui puntos de vista furiosameiite discrgenles.
lntrodticcion
la cuestion de In identidad iiaeional enEuropn es eonio aptnitarlc a un blnneo ni6\ il. Todo analisis de lo socinl se enfrenla en ultima
iiistancia al problema de como lidiar con el eanibio. Pero el \eitiginoso
ritnio del eainbio en los ultimos anos lia sido lal que la eritiea se \ uel\ e
nKis proN isional que de eoslunib/e- La liiie;i mas facil de scgtiir es In de
la preseripcion: deeir como dcberia ser Europa. En ese easo. en tanio laideiitidad eiiropcn estc iinohicrada. >o propondria iin;i fomiuln que subraye la iieccsidad dc que existan formas qiie pcniiitaii y gnranticen la
cocxisteiKia de dislintas fcs. eulttiras v etnicidades en condiciones de
Tradiiccion de Javier Bravo, Uiiiversidad de C
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Philip Schkslnger
mutuo rcspeto. Un ob\ io corolario seria la necesidad dc rcslarle importancia a la dcfensa dc las fronterasasociadas con cl proyecto nacionalista de la nacion estado, en el que la premisa basica es que existe un estado, una cultnra y un pueblo. Sin embargo, es urgente y necesario que
distingajiios eiUre lo deseabie y lo posiblc.
Esto nos lleva a oiro punto adicioiial. rclacionado. Les guste o no les
gustc, Ios europeos son obscr\'adores y participantcs en la actual trjnisfomiacion de su conliiieiUc. Lascuestioiies de identidad colccti\ a —de
las que la idenlidiid micional es una forma espeeifica— puedcn haccr
que nos im olucrenios tanto eognoscili\ a como cmocionalnicnle. El torbcIliiK) que hoy en dia hay en Europa cs tan sigiiincati\o en cuanto a
sus iniplicaciones. quc la tcnlacion de iiuoUicrarse es dificil de resistir
aun euaiido el aii;ilisis sociopolilico dcbcria condueirse a suficicntedistancia de su objeti\o dc cstudio. La tan cargada naturalcza dc! topico es
evidcntc al cxaniinar \ arias discusioiics prcdominantcs sobre "Europa"
y sobrc lo quc cs scr "'curopco". Habliir dc Europa cs cntnir en una balalla de diseursos. y lo maximo a quc piicde aspirarse es a que Ios partieipantcs scan honcstos acerca dc Ios vaiorcs en Ios quc crecn cuando
propOEien liil o cual proyecto,
Lopcrifcrico
En Ios I'lllimos dias, mis propias opiniones han sufrido una fucrtc influencia de la sensaeion de estar dislanciado del nieollo del asunto, Seria niuy facil afirmareslo solo porcl cfecto quc causa. Pcro la sensaeion
es gemilivi ya que praclicaiiicnle la niitad de mi \ ida vivi en la nielropolis y adquiri Ios hibilos dc pcnsamiento quc sc dan por nnlunilez;! en un
lugar asi. El hecho de viviren Escocia hoy. en la periferia dc Enropa.
segiiranienle dcbe afeelar mi inaneni dc pensar en la euestion de la identidad nacional en Europa. Al none de la frontcra. las tendencias ya e.\istcntes liacia el sepanitismo —y las exigeneias ciertamente autonomistas— iian sido puestas en un mievo eontexto por causa de la re-eniergcncia de naciones cstado en el Ballico, por la reuniricaeion alcmana.
porel desplonie de Yugoslavia, y por la dcsintcgracibn general de las
repi'iblieas de la Union Sovlclica y su rcempla/o iipor cuanto tienipo?)
por la Coniunidad de Estados Indcpcndientes. En 1992. la euestion naeionnl en Eseoeia se volvio cada mas importanle para el futuro polilico
del Reino Unido en Io global, y sc ha com ertldo en un tenia recurrente.
y hasta iniportaiite, en la canipafia...
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