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El feminismo: senda no transitada de la Ilustración
CELIA AMüRÓS
Universidad Complutense
Feminismo: Cenicienta y Pepito Grillo
de la Ilustración
En los debates contemporáneos acerca
de la Ilustración se suele ignorar el pensamiento feminista como fenómeno relevante a la hora de contrastar sus logros y sus «asignaturas pendientes»,
Sin embargo, la pertinencia del fernínísmoen esta polémica puede ser señalada desde un triple punto de vista. En
primer lugar, ha de recordarse que las
vindicaciones feministas son -s-malgré
muchos ilustrados- producto genuino
de lo que Javier Muguerza llama <
ideales emancipatorios- frente a su
«cruz positivista».' El feminismo como
cuerpo coherente de vindicaciones sólo
pudo articularseteóricamente (dejamos aquí al margen la cuestión de las
condiciones sociales de su posibilidad,
lo que no quiere decir -todo lo contrario- que la minimicemos) a partir
de las premisas ilustradas, radicalizando los discursos de este nuevo conspectoo En segundo lugar, por su misma génesis, el feminismo se constituye en una
perspectiva privilegiada sobre la Ilustración. La ve, precisamente, desde su
sesgo máscomplejo y paradójico, al poder captar a la vez el juego lógico-ideológico de la nueva concepción de la universalidad en uno de sus aspectos más
críticos y los puntos ciegos que impiden el libre desenvolvimiento de sus implicaciones. En tercer lugar, podemos
por esta razón considerar el feminismo
como un significativo test de la Ilustración: nos podremos preguntar, al hilo
de los avatares quesufren las vindi15EGORíA!1 (1990)
caciones del género-sexo femenino -la
mitad, por si hay que recordarlo, de esa
especie cuya conciencia totalizadora caracteriza a la Ilustración, como es sabido, de un modo paradigmático-s-, en
qué medida la matriz ilustrada desarrolla o no de modo coherente sus propias
posibilidades ernancipatorias, qué peculiaridades revisten sus conceptualizaciones diferencialescuando son aplicadas para «trampear» la universalidad
de sus propios postulados y hasta
qué punto estas mismas peculiaridades
son sintomáticas de contradicciones y
tensiones internas en la Ilustración
misma. El feminismo, de este modo, viene a ser una llave de acceso a una de
las vetas más ricas de la Ilustración,
nos permite tomarle el pulso de manera que podamos descubrir sus puntos
másvulnerables así como aquéllos en
que la dinámica de sus virtualidades
liberadoras es más irreversible. En
cualquier caso, una lectura desde el feminismo del fenómeno ilustrado da
cuenta cabalmente de su complejidad
a una nueva luz, volviendo imposible
tanto exaltaciones ingenuas como ajustes de cuentas demasiado sumarios.
Una senda tortuosa
La reconstrucción, aún meramente
aproximativa y a grandes rasgos,del itínerario que describe el feminismo en
el complejo Ilustración-romanticismo
-como es sabido, las complicidades entre ambos conspectos ideológicos vuelven simplista una separación neta tanto desde una consideración sincrónica
como diacrónica- reserva ciertas sor139
NOTAS Y DISCUSIONES
presas. En principio, cabría esperar
quizá la radicalización de las vindicaciones feministas como unfenómeno
progresivo, que se produciría a medida
que la Ilustración fuera desarrollando
y explicitando sus propios presupuestos, de tal manera que comenzaría por
las expresiones más tímidas y, poco a
poco, extraería derivaciones más osadas. (Nos ceñimos aquí deliberadamente al itinerario ideológico, haciendo abstracción, a falta de poder dar al tema
el tratamiento que merece, de las implicacionessociales.) Por el contrario, sucede que las expresiones más radicales
aparecen muy pronto: en 1673, el cartesiano Francois Poullain de la Barre
publica De l'egalité des deux sexes:
tratado donde se extraen con una lógica impecable las derivaciones, en relación con los derechos de las mujeres,
de la lucha cartesiana contra el prejuicio, el argumento basado en la autoridad, la costumbre y la tradición....
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