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La República, Martes , Julio 29, 2014
Fernando Albán Díaz del Castillo
Muchos gerentes no imaginan hasta dónde su estilode liderazgo influye en el buen o mal clima que se crea y desarrolla dentro de la empresa.
Cuerpo de la Noticia:
Si tenemos en cuenta que existe una tendencia generalizada a considerar como deseablee imitable aquello que se percibe en la conducta de los líderes, lo que cada uno de ellos haga dentro de su organización y la forma como actúe seguramente se traducirán en un modelo que tenderá arepetirse a lo largo de toda la escala jerárquica de la compañía.
Independientemente de los principios y valores que la organización haya definido como propios, es el actuar de la alta gerencia lo quedetermina el modelo de dirección que se impondrá internamente. Esto quiere decir que si el gerente es autocrático, seguramente a lo largo de la línea de mando surgirán pequeños feudos tambiénautocráticos, en los que acaparar poder y dominio será una prioridad. Esta, alejada de las consideraciones sobre la importancia de generar un buen clima interno que repercuta de manera positiva en elcomportamiento y compromiso de los trabajadores.
El buen ejemplo cunde y es lo que estamos viendo con el caso del Papa Francisco, un líder fuera de serie, que con permanentes muestras de sencillez en su actuary claros mensajes sobre la correcta dirección a seguir, sorprende todos los días al mundo. Con ello ha conseguido transformar, en muy poco tiempo, a una institución tan grande como la IglesiaCatólica. Su caso aplicado al mundo empresarial nos muestra que no se necesita de mucho para generar cambios positivos en el ambiente laboral y que lo que se instaura en la cúpula de una organización terminareflejándose en toda ella.
Es importante tener en cuenta que al igual que sucede con la imagen de las personas y las empresas, el buen clima se construye lentamente y es, como dice el padre Jorge...
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