10 poemas de modernismo
Quiero morir cuando decline el dia,
En alta mar y con la cara al cielo,
Donde parezca sueño la agonía
Y el alma, un ave que remonta el vuelo.
No escuchar en los últimos instantes
Ya con el cielo y con el mar a solas,
Más voces ni plegarias sollozantes
Que el majestuoso tumbo de las olas.
Morir cuando la luz retira
Sus áureas redes de la onda verde,
Y ser como ese solque lento expira:
Algo muy luminoso que se pierde.
Morir, y joven: antes que destruya
El tiempo aleve la gentil corona,
Cuando la vida dice aun: “soy tuya”,
Aunque sepamos bien que nos traiciona.
Manuel Gutiérrez Nájera
Marina
Mar armonioso.
Mar maravilloso,
tu salada fragancia,
tus colores y músicas sonoras
me dan la sensacióndivina de mi infancia
en que suaves las horas
venían en un paso de danza reposada
a dejarme un ensueño o regalo de hada.
Mar armonioso,
mar maravilloso
de arcadas de diamante que se rompen en vuelos
rítmicos que denuncian algún ímpetu oculto,
espejo de mis vagas ciudades de los cielos,
blanco y azul tumulto
de donde brota un canto
inextinguible,
mar paternal, mar santo, mi alma siente la influencia de tu alma invisible.
Velas de los Colones
y velas de los Vascos,
hostigadas por odios de ciclones
ante la hostilidad de los peñascos;
o galeras de oro,
velas purpúreas de bajeles
que saludaron el mugir del toro
celeste, con Europa sobre el lomo
que salpicaba la revuelta espuma.
Magnífico y sonoro
se oye en las aguas como
un tropel detropeles,
¡tropel de los tropeles de tritones!
Brazos salen de la onda, suenan vagas canciones,
brillan piedras preciosas,
mientras en las revueltas extensiones
Venus y el Sol hacen nacer mil rosas.
Rubén Darío
Versos del Álbum
Princesita de cuento de hadas
la gentil, la fragante, la esbelta,
¿en que astro se abrieron tus ojos?
¿De cuál concha broto la belleza
de tu cuerpoondulante y gallardo
como línea de ánfora griega?
¿De las ondas saliste cautiva,
como búcaro fresco de perlas,
o saltaste temblando de frio
de la copa de blanca azucena?
¿En que lirio labraron los genios
ese cuerpo de hada, princesa?
Manuel Gutiérrez Nájera
El Cisne
Fue en una hora divina para el género humano.
El Cisneantes cantaba sólo para morir.
Cuando se oyó el acento del Cisne wagneriano
fue en medio de la aurora, y fue para revivir.
Sobre las tempestades del humano océano
se oyó el canto del Cisne; no se cesa de oír,
dominando el martillo del viejo Thor germano
o las trompas que cantan la espada de Argantir.
¡Oh Cisne! ¡Oh sacro pájaro! Si antes la blanca Helena
del huevo azul de Leda brotó de graciaplena,
siendo de la Hermosura la princesa inmortal,
Bajo tus blancas alas la nueva Poesía
concibe en una gloria de luz y de harmonía
la Helena eterna y pura que encarna el ideal.
Rubén Darío
La Duquesa de Job
En dulce charla de sobremesa,
mientras devoro fresa tras fresa,
y abajo ronca tu perro Bob,
te haré el retrato de laduquesa
que adora a veces al duque Job.
No es la condesa de Villasana
caricatura, ni la poblana
de enagua roja, que Prieto amó;
no es la criadita de pies nudosos,
ni la que sueña con los gomosos
y con los gallos de Micoló.
Mi duquesita, la que me adora,
no tiene humos de gran señora:
es la griseta de Paul de Kock.
No baila Boston, y desconoce
de las carreras el alto goce
y los placeresdel five o'clock.
Pero ni el sueño de algún poeta,
ni los querubes que vio Jacob,
fueron tan bellos cual la coqueta
de ojitos verdes, rubia griseta,
que adora a veces el duque Job.
Si pisa alfombras, no es en su casa;
si por Plateros alegre pasa
y la saluda madam Marnat,
no es, sin disputa, porque la vista,
sí porque a casa de otra modista
desde temprano rápida va.
No tiene alhajas...
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