10 Trinchero
de la nación argentina
Contrapuntos entre el centenario y el bicentenario
Héctor Hugo Trinchero
Julio A. Roca. La ocupación de Río Negro,
de Juan Manuel Blanes.
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ESPACIOS
Los centenarios festejos sobre
los hechos de mayo (1910) se dieron cita en un contexto en el cual,
entre otras situaciones de control
socioterritorial, las clases dominantesnativas creyeron garantizada la pretendida “solución final”
emprendida por Roca respecto a
la cuestión indígena y, también,
al unísono de la expansión de la
frontera agrícola y ganadera, la
configuración de modos de disciplinamiento de la fuerza de trabajo
aborigen al calor del desarrollo
agroindustrial en el norte del país.
Es así que en el cono sur
americano, y especialmente en el
territorio que sedesarrollaba como
nación argentina, la política hacia
los pueblos originarios y hacia las
fronteras tuvo la particularidad
de requerir de una lectura conjunta adquiriendo cierto carácter
paradigmático, tal como quedó
expresado en aquel texto ya
clásico de Viñas en el cual señalaba
sabiamente el vínculo constituyente indios-ejércitos-fronteras (1982).
Desde allí, podemos decir que la
formacióndel Estado capitalista en
el caso argentino parece configurarse de manera particular por un
modelo que correlaciona la expansión de una frontera agropecuaria
con una frontera político-militar y
una frontera cultural. Además, dicho modelo de correlaciones puede ser presentado y representado
como expresión de una pretendida
“modernidad” ya que es paralelo
a la incorporación del territorio almercado mundial, principalmente
como hinterland productor de bienes salariales (alimentos) al calor de
la expansión industrial en Europa.
Un territorio que, se asumía, había
que dominar, conquistar, colonizar, pues se encontraba ocupado
“señoreado” por las poblaciones
indígenas originarias. Esta conquista “interior” es la antesala, entonces, para la definición posterior
de políticas de fronteras haciael
“exterior”. En este sentido, en varias
oportunidades he señalado que la
frontera con el indio fue la primera
“cuestión de fronteras” que encaró
la burguesía nativa como proyecto
“modernizador” y, a la vez, centralizador del Estado para la construcción de la noción misma de nación
(Trinchero, 1997; 1998; 1999).
La expansión de la frontera
agraria fue coconstitutiva de la
expansión del controlterritorial
por parte del Estado (cuestión que
es válida para el período rosista
aunque se profundiza luego de Caseros y de Pavón en tanto batallas
tendientes a resolver las disputas
interburguesas e intercaudillescas).
Dominado el interior (esa “herencia
colonial”, según el discurso pretendidamente anticolonialista de la
generación del ‘80) y establecidos
los pactos fundacionales sobre losespacios territoriales controlados
por burguesías y ejércitos provinciales, el nuevo orden se construye
tras la utopía de la “Conquista del
desierto”. Es decir, mediante un renovado viaje militarizado hacia las
tierras indígenas, una vez pactada
la paz social entre los caudillos y
erigido el Leviatán neocolonial.1
Bandera de los pueblos originarios.
La expansión de la frontera agraria fuecoconstitutiva de la expanión del control
territorial por parte del Estado (...).
El resultado de ese viaje fueron
las proyectadas y ejecutadas
campañas de exterminio de los
“malones” y su modelo de regulación del diseño jurídico-político
llamado “territorios o gobernaciones nacionales”. Hay dos cuestiones
aparentemente paradojales en este
proceso y que considero importante señalar: una es la presencia deun proyecto de modernización que
se funda sobre la construcción de
un espacio en el que a sus habitantes no se les reconocerán derechos
ciudadanos (al menos hasta el
momento de la provincialización
de aquellos territorios nacionales)
(Favaro, 1996: 80-84). La otra, se
1. Digo “renovado viaje” en el sentido de
que el espacio territorial argentino también
ha sido concebido, desde los momentos...
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