100% tareas especificas
A cazar va don Rodrigo, y aun don Rodrigo de Lara:
con la grande siesta que hace arrimádose ha a una haya,
maldiciendo a Mudarrillo, hijo de la renegada,
que si a las manos le hubiese, que le sacaría el alma.
El señor estando en esto, Mudarrillo que asomaba.
-Dios te salve, caballero, debajo la verde haya.
-Así haga a ti, escudero, buena sea tu llegada.-Dígasme tú, el caballero, ¿cómo era la tu gracia?
-A mí dicen don Rodrigo, y aun don Rodrigo de Lara,
cuñado de Gonzalo Gustos, hermano de doña Sancha;
por sobrinos me los hube los siete infantes de Salas;
espero aquí a Mudarrillo, hijo de la renegada;
si delante lo tuviese, yo le sacaría el alma.
-Si a ti te dicen don Rodrigo, y aun don Rodrigo de Lara,
a mí Mudarra González, hijode la renegada;
de Gonzalo Gustos hijo y anado de doña Sancha;
por hermanos me los hube los siete infantes de Salas.
Tú los vendiste, traidor, en el val de Arabiana,
mas si Dios a mí me ayuda, aquí dejarás el alma.
-Espéresme, don Gonzalo, iré a tomar las mis armas.
-El espera que tú diste a los infantes de Lara,
aquí morirás, traidor, enemigo de doña Sancha.
ROMANCE DEABENÁMAR
-¡Abenámar, Abenámar, moro de la morería,
el día que tú naciste grandes señales había!
Estaba la mar en calma, la luna estaba crecida,
moro que en tal signo nace no debe decir mentira.
Allí respondiera el moro, bien oiréis lo que diría:
-Yo te lo diré, señor, aunque me cueste la vida,
porque soy hijo de un moro y una cristiana cautiva;
siendo yo niño y muchacho mi madre melo decía
que mentira no dijese, que era grande villanía:
por tanto, pregunta, rey, que la verdad te diría.
-Yo te agradezco, Abenámar, aquesa tu cortesía.
¿Qué castillos son aquéllos? ¡Altos son y relucían!
-El Alhambra era, señor, y la otra la mezquita,
los otros los Alixares, labrados a maravilla.
El moro que los labraba cien doblas ganaba al día,
y el día que no los labra,otras tantas se perdía.
El otro es Generalife, huerta que par no tenía;
el otro Torres Bermejas, castillo de gran valía.
Allí habló el rey don Juan, bien oiréis lo que decía:
-Si tú quisieses, Granada, contigo me casaría;
daréte en arras y dote a Córdoba y a Sevilla.
-Casada soy, rey don Juan, casada soy, que no viuda;
el moro que a mí me tiene muy grande bien me quería.
ROMANCEXIII EN QUE DOÑA URRACA
-¡Afuera, afuera, Rodrigo, el soberbio castellano!
Acordársete debría de aquel buen tiempo pasado
que te armaron caballero en el altar de Santiago,
cuando el rey fue tu padrino, tú, Rodrigo, el ahijado;
mi padre te dio las armas, mi madre te dio el caballo,
yo te calcé espuela de oro porque fueses más honrado;
pensando casar contigo, ¡no lo quiso mi pecado!,casástete con Jimena, hija del conde Lozano;
con ella hubiste dineros, conmigo hubieras estados;
dejaste hija de rey por tomar la de un vasallo.
En oír esto Rodrigo volvióse mal angustiado:
-¡Afuera, afuera, los míos, los de a pie y los de a caballo,
pues de aquella torre mocha una vira me han tirado!,
no traía el asta hierro, el corazón me ha pasado;
¡ya ningún remedio siento,sino vivir más penado!
BUEN CONDE FERNÁN GONZÁLEZ
-Buen conde Fernán González, el rey envía por vos,
que vayades a las cortes que se hacen en León,
que si vos allá vais, conde, daros han buen galardón:
daros han a Palenzuela y a Palencia la mayor,
daros han las nueve villas, con ellas a Carrión;
daros han a Torquemada, la torre de Mormojón;
buen conde, si allá no ides, daroshían por traidor.
Allí respondiera el conde y dijera esta razón:
-Mensajero eres, amigo; no mereces culpa, no;
que yo no he miedo al rey, ni a cuantos con él son;
Villas y castillos tengo, todos a mi mandar son:
de ellos me dejó mi padre, de ellos me ganara yo;
las que me dejó el mi padre poblélas de ricos hombres,
las que me ganara yo poblélas de labradores;
quien no tenía más que...
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