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Páginas: 7 (1694 palabras)
Publicado: 25 de marzo de 2016
Los intereses de los países
desarrollados y el desarrollo de
América Latina
Raúl Prebisch Economista y profesor universitario argentino. Fue Secretario
Ejecutivo de la CEPAL (1948-62) y Secretario General de la UNCTAD. Fundador
y primer Director General del Instituto Latinoamericano de Planificación
Económica y Social (ILPES). Ha sido Asesor delSecretario General de Naciones
Unidas. Director de la Revista de la CEPAL. Autor de numerosos libros y
ensayos.
Las graves consecuencias de la gran depresión mundial de los años 30 sobre las
economías latinoamericanas nos impulsaron a explorar nuestro propio y
autónomo camino de desarrollo, sustentado en la industrialización hacia adentro,
puesto que no se concebía la industrialización orientadahacia afuera, ni entonces,
ni durante la Segunda Guerra Mundial y su secuela de trastornos.
Después de los largos años de bonanza de los países avanzados, que terminan en
la primera mitad de los 70, América Latina se vio ante la posibilidad de alcanzar,
en esos años, extraordinarias tasas de desarrollo. Consecuencia muy positiva,
acompañada de dos resultados negativos: la exaltación, a vecesfrenética, de las
formas de consumo de los centros, sobre todo en los estratos sociales más
favorecidos, imitando con celeridad esas formas de consumo en detrimento de la
acumulación intensa de capital reproductivo que se necesitaba para elevar el
empleo y la productividad de grandes masas rezagadas, que trajeron consigo una
pugna conflictiva cuyo desenlace es la inflación social; el otro resultadonegativo
es que, deslumbrados por aquella bonanza de los centros, debilitamos el aliento
en la difícil tarea de trazar nuestro propio camino de desarrollo.
Nuestros países emprendieron entonces, vigorosamente, la exportación de
manufacturas. Pudimos lograrlo con gran empeño, gracias al fuerte crecimiento
de la demanda global en los centros. Pero no porque estos últimos hubieran
abatido las diferentestrabas que dificultan las importaciones provenientes de la
periferia. Los centros liberalizaron intensamente su intercambio recíproco, pero
nosotros quedamos casi al margen de estas caudalosas corrientes.
Y no se vea en ello un designio deliberado y maligno de excluirnos. Se trata más
bien de la forma en que se ha desenvuelto históricamente y sigue
desenvolviéndose la dinámica del capitalismoavanzado. Explícase así, en gran
parte, que hayamos quedado al margen de la industrialización, antes de la gran
depresión mundial, y que no nos haya sido dable participar con amplitud en ese
NUEVA SOCIEDAD NRO. 65 MARZO-ABRIL 1983, PP. 37-40
considerable intercambio céntrico, alimentado en gran medida por el progreso
tecnológico.
Disparidades y fraccionamientos estructurales
Al meditar sobreéstos y otros hechos, he llegado a una conclusión terminante: los
centros industriales no se interesan fundamentalmente en promover el desarrollo
latinoamericano con profundidad social. Sólo les atañe en la forma y en la medida
que favorece a su propio desarrollo, salvo episódicamente. De ahí la frustración
del llamado Diálogo Norte-Sur. Más que diálogos, son monólogos paralelos sin
que hasta ahora laspartes se hayan entendido. Esto se debe a la misma dinámica
del capitalismo avanzado.
Dos aspectos destacables de esta situación son el retraso histórico con que ocurre
el proceso industrializador que explica las grandes diferencias entre la estructura
productiva avanzada de los centros y la estructura rezagada de nuestros países;
de otro lado, subsiste en gran parte el fraccionamiento económicode la América
Latina, que caracteriza al viejo esquema: cada país exportador de bienes
primarios convergía aisladamente hacia los centros. Y al sobrevenir la
industrialización, la inferioridad económica y tecnológica de los países periféricos
les obligó a protegerse mediante la elevación de sus derechos de aduana.
Desgraciadamente esta elevación fue general sin exceptuar a nuestros propios...
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