Himmelweg de Juan Mayorga A mi hija Beatriz I El relojero de Nuremberg Se pronuncia jim-mel-beck. No es una palabra, son dos palabras. Himmel quiere decir cielo. Weg es camino. Himmelweg significa Camino del cielo. Escuch por primera vez esa expresin precisamente aqu, durante la guerra. Yo haba venido a Alemania como delegado de la Cruz Roja. Siempre me ha importado lagente, por eso eleg trabajar en la Cruz Roja. El mayor disgusto de mi vida me lo llev cuando ped el ingreso y me rechazaron. Pero poco despus volv a intentarlo y me admitieron sin problemas. Los tiempos haban cambiado, y mi conocimiento del alemn me converta en alguien valioso. Nadie quera venir a Alemania en aquel momento. Yo acept en cuanto me lo propusieron. Siempre me ha importado la gente.Cuando me pidieron que viajase a Berln como delegado de la Cruz Roja, pens que podra hacer algo por la gente. Mi tarea era visitar los campos de prisioneros de guerra y comprobar que se cumplan los tratados internacionales. Me senta til inspeccionando las condiciones higinicas y alimenticias de los prisioneros. Cuando pude salvar la vida de un hombre, lo hice. Yo poda sealar a un piloto inglscondenado a muerte y decir a los alemanes S de un piloto alemn que est preso en Inglaterra. Ser ejecutado si este hombre es ejecutado. En la guerra, se es el modo de hablar. Vivamos en Berln, en la Berliner Wansee, junto al lago, en una casa que nos haba cedido el gobierno alemn. Una casa grande, hermosa, yo jams haba vivido en una casa as. Pese a todo, tengo algunos recuerdos buenos de aquel tiempo.Por suerte, olvidamos antes los malos momentos que los buenos. Vivamos todos juntos, todos los delegados de la Cruz Roja en Berln. Cuando volvas de una misin, aquel lugar era el paraso. Cosas elementales convierten la vida en un paraso una conversacin con un amigo, un paseo por la orilla del lago, una pizca de humor en una poca tan spera. Con los alemanes no nos relacionbamos. Tenamos lasrelaciones mnimas con ellos, las necesarias. Una maana, en una de esas conversaciones en que se mezclan el trabajo y la vida, acabamos hablando del hombre que haba sido dueo de aquella casa un judo. Nadie se haba molestado en retirar un retrato en que aparecan l, su mujer y su hija. Empezamos hablando de la calidad de la pintura y acabamos decidiendo que uno de nosotros tena que visitar los campos deinternamiento civil. Hace falta que explique la diferencia T no podas sealar a un judo condenado por ser judo y decir a los alemanes S de un hombre inocente que ser ejecutado si este judo es ejecutado. No tenamos nada que ofrecer a los alemanes. Ni siquiera nos dejaban acercarnos a aquellos campos para civiles. Esa maana, ante el retrato de la familia juda, decid entrar en uno de aquellos campos.Pero mi credencial de delegado de la Cruz Roja no me serva. El bandern en mi coche era un trapo intil. No tena permiso para acercarme, pero s tena cartones de tabaco, medias de nylon, transistores americanos que resultaban convincentes a la hora de conseguir un papel. Un papel y se abra una barrera ante mi coche. En todos los controles, siempre dije lo mismo Vengo a hablar con el comandante delcampo. Ms de veinte barreras hasta llegar ante l. Un hombre de ojos azules, aproximadamente de mi edad lo haba imaginado mayor. Tome asiento. Puedo ofrecerle algo Un caf. Me sirve un caf. Tiene autorizacin para visitarnos. l sabe que no se da esa clase de autorizacin. Le digo lo que me ha trado hasta aqu Podemos enviarles medicamentos para su enfermera. Ustedes me entienden es slo un pretexto, lo delas medicinas es la excusa menos mala que se me ocurre. l reconoce mi acento Me gusta mucho su pas. Estuve all de vacaciones, antes de la guerra. No s si intentaba hacerme ver que era de esa clase de familia que puede permitirse unas vacaciones en el extranjero. Como hijo de gente humilde, yo jams haba viajado. La guerra me dio esa oportunidad, de salir al extranjero. El caso es que l me habla de...
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