11 De Septiembre

 
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 Política Internacional 
El orden internacional luego del 11 de septiembre. Consecuencias para la política exterior de la administración Bush.

aun ES DISCUTIDO SI los atentados contra el World Trade Center y el Pentágono en el 11 deseptiembre de 2001 (11-S), perpetrados por miembros de la red terrorista al Qaeda, han resultado un hito de consecuencias profundas en el ordeninternacional de posguerra fría. Se trata de undebate que parece destinado a no zanjarse en el corto plazo.
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Pero lo que no puede ser discutidoes su impacto material y simbólico en la administración Bush y en toda la sociedadnorteamericana: con más de 3.000 muertes, “el 11 de septiembre de 2001 fue un día de unaconmoción y un sufrimiento sin precedentes en la historia de Estados Unidos.”
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 En uncontexto de tragedia nacional el gobierno perfiló bajo parámetros de crisis todassus principales políticas públicas, entre ellas, la política exterior. Con respecto a esta última,hubo una serie de consecuencias concretas que, si bien, no alteran de forma absoluta losdesignios previos de la administración, terminan por definir y caracterizar su gestión durante suprimer mandato.

La primera granconsecuencia es la modificación en términos del discurso y visión de políticaexterior. El cambio consiste en la proclamación de la
Guerra contra el Terrorismo—othe War on Terror(ism)

como se pronuncia en inglés— que relega a un segundo plano la retórica“realista” o centrada en el interés nacional, con la que, hasta el 11-S, la administración Bushbuscó ganar legitimidad, criticando el desempeño dela presidencia de Clinton. La nueva visiónde la Casa Blanca, entendía que “el país había sido atacado, no sólo los símbolos de su poderglobal. El ataque dramatizó una amenaza que hemos ignorado de forma complaciente (...) Hemossido ‘inocentes’ y ahora necesitamos ser ‘realistas’. El mundo es un lugar peligroso.”
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Pero laproclama bélica desató una gran controversia y críticas haciaWashington.Desde la propia administración y, a través de la prensa y de los medios masivos decomunicación, se difundió hacia la sociedad la idea de la
“guerra” como única lectura y, a la vezrespuesta posible de lo sucedido, con un mínimo de cuestionamiento.
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El 12 de septiembre elpresidente declaró ante la prensa: «los ataques deliberados y mortales que se produjeron ayercontra nuestro país fueron algo másque meros actos terroristas. Fueron actos de guerra (…) Éstava a ser una lucha titánica entre el bien y el mal; pero prevalecerá el bien.»
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El 11-S fueinterpretado como un nuevo
 Pearl Harbor  por lo sorpresivo del ataque al país, por la magnitudde las pérdidas y daños y, fundamentalmente, por el efecto catalizador bélico sobre EstadosUnidos.
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 A partir de entonces, la
Guerra contra elTerrorismo
quedó definida oficialmente enfunción de un conjunto de metas, a saber: (1) la destrucción de los perpetradores del 11-S –primordialmente, al Qaeda; (2) la destrucción o la derrota de otras organizaciones terroristas dealcance global; (3) la deslegitimización y erradicación del fenómeno del terrorismo; (4) latransformación de Irak en un democracia estable y próspera; y (5) latransformación de MedioOriente en una región de gobiernos participativos y oportunidades económicas.
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 La modificación del discurso de política exterior y “el grito de guerra” del presidenteBush tenía en aquel momento un doble objetivo: por un lado, manifestar de manera convincenteque todavía había un Estado y que ese Estado llegaría hasta las últimas consecuencias, esto es, laguerra, para proteger alciudadano de cualquier amenaza; por otro, insuflar confianza alciudadano, convencerlo de que su única protección está al amparo de ese Estado. Así, con unmensaje doble, el presidente procuró y consiguió cerrar nuevamente el tejido social fortaleciendola legitimidad, y elevó también el espíritu del pueblo norteamericano devolviéndole la esperanzay la confianza en la lucha.”
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Para Paul McCartney,...